En 2019, Mercedes-Benz introdujo la submarca EQ con el lanzamiento del EQC, marcando el inicio de su apuesta por la movilidad eléctrica. Sin embargo, tras casi seis años y una creciente oferta de modelos cero emisiones, el fabricante alemán decidió ajustar las siglas EQ de sus futuros autos eléctricos e híbridos enchufables, integrándolos plenamente en su gama principal.
Este cambio comenzará con la próxima generación del Mercedes CLA, prevista para este año. En tal sentido, los modelos eléctricos adoptarán la denominación «EQ Technology», mientras que los híbridos enchufables se identificarán como «EQ Hybrid Technology».
Por ejemplo, un futuro Clase E eléctrico se denominará «Mercedes Clase E EQ Technology», seguido de un código numérico que indicará su posición en la gama, similar a las designaciones actuales como CLA 180 o CLA 250.
Rumbo al segmento eléctrico
La decisión de unificar la nomenclatura responde a la intención de Mercedes-Benz de normalizar la electrificación en su línea de productos, reflejando la evolución natural hacia vehículos más sostenibles. Además, se busca facilitar a los clientes la identificación y comparación de modelos, independientemente de su tipo de motorización.
Este enfoque también implica que los carros térmicos se adaptarán a plataformas diseñadas originalmente para eléctricos, promoviendo una mayor homogeneidad en diseño y estructura. Un ejemplo de esta estrategia es el próximo Mercedes Clase G eléctrico, que comparte gran parte de su arquitectura con las versiones de combustión, diferenciándose únicamente en detalles específicos.
La decisión de Mercedes-Benz de eliminar las siglas EQ y unificar la nomenclatura de sus vehículos eléctricos e híbridos enchufables es un paso audaz que refleja la madurez y aceptación de la movilidad eléctrica en el mercado. Al integrar todas las motorizaciones bajo una misma familia, la marca no solo simplifica su oferta, también envía un mensaje claro: la electrificación es el nuevo estándar, no solamente una alternativa.
