El puente Santa Rosa, una estructura fundamental para el acceso al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez (AIJCH), no pudo ser finalizado dentro de los plazos establecidos. Este contratiempo llevó al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) a optar por un acceso temporal mediante un sistema de puentes modulares de acero.
Esta decisión ha suscitado diversas críticas; sin embargo, el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán) ha emitido un análisis sobre la situación actual de estas infraestructuras.
En un reciente comunicado dirigido al MTC, Ositrán destacó dos aspectos significativos: en primer lugar, se ha identificado una disminución en la capacidad vial general de acceso al aeropuerto; en segundo lugar, se ha señalado una reducción en la capacidad del único acceso vehicular público al aeropuerto Jorge Chávez.
En relación con el primer punto, el ente regulador comparó las condiciones operativas del diseño original previsto para el acceso principal al nuevo aeropuerto a través del puente Santa Rosa con las condiciones operativas proyectadas para el acceso provisional que se encuentra actualmente en uso.
«En base a la información disponible se estima una reducción de una capacidad horaria de vehículos equivalentes pasando de 3,480 a 1,422 utilizando una relación volumen/capacidad similar entre ambas», se indica en el oficio N° 02512-2025-GSF-OSITRAN.
Evaluación crítica de Ositrán sobre la capacidad vial del acceso provisional
Para el segundo aspecto analizado, Ositrán llevó a cabo una comparación entre las condiciones operativas previstas en el diseño original de la vía interna de acceso desde la conexión con los puentes modulares y las condiciones estimadas para el acceso provisional al nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez (AIJCH) a través de estas estructuras metálicas.
“En base a la información disponible se estima una reducción de la capacidad horaria de vehículos equivalente pasando de 1,740 a 1.422 utilizando una relación volumen/capacidad similar entre ambas”, agrega.
El organismo regulador enfatiza que, dada la configuración de los puentes modulares, que cuentan con dos carriles por sentido, se anticipa que en los años 2025, 2026 y 2027 se experimentará un incremento considerable en la densidad del tráfico. Esto «provocará congestión vehicular creciente, llegando a generar un nivel de ocupación superior al 100% y un posible colapso en 2028».
Análisis del consorcio supervisor e impacto en el transporte terrestre
Ositrán sintetiza esta situación con una declaración clave que deberá ser considerada por el ministerio: «A partir del análisis realizado por el consorcio supervisor CESEL – INECO, la capacidad vial del acceso provisional al nuevo terminal del AIJCH, a través de los puentes modulares, evidencia una reducción significativa de la eficiencia del sistema de transporte terrestre, atribuida a la disminución del número de carriles por sentido y a la reducción de la velocidad de operación respecto al diseño original por el puente Santa Rosa».
«Estas condiciones generan una relación volumen/capacidad crítica que anticipa niveles de servicios deficientes, con alta probabilidad de congestión vehicular sostenida en los años 2025, 2026 y 2027, y un riesgo latente de colapso en el 2028», agregó.
Cabe recordar que este análisis se fundamenta en la revisión de la documentación presentada por el Consorcio Supervisor CESEL – INECO, reflejada en el Informe Técnico Especial N° 197, que aborda la capacidad vial del acceso provisional.