El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio a conocer el miércoles la implementación de aranceles del 25% sobre todos los automóviles y componentes fabricados fuera del país. Esta decisión, que se activará el 3 de abril, ya ha tenido un impacto considerable en los mercados bursátiles de Europa y Asia.
El nuevo régimen arancelario incrementa la tributación de los autos importados del 2.5% al 27.5%, llegando hasta el 125% para los vehículos eléctricos provenientes de China. Aunque la medida está diseñada para fomentar la producción nacional, ha sido objeto de fuertes críticas por parte de aliados comerciales y fabricantes a nivel global.
Impacto económico inmediato en el sector automotriz
El anuncio provocó una caída significativa en las bolsas europeas y asiáticas este jueves. En Fráncfort, Porsche perdió un 4,30 %, BMW un 4,09 % y Mercedes un 4,31 %, mientras que, en París, Stellantis cayó un 6,12 %. En Asia, Toyota se depreció más del 2,5 %, Honda un 2,95 % y Mazda más del 6 %.
Estas reacciones reflejan la preocupación por el encarecimiento de los vehículos en el mercado estadounidense, principal destino de exportación para muchos fabricantes.
Trump justificó la medida desde la Casa Blanca, afirmando que “cobrarán a los países por hacer negocios en nuestro país y tomar nuestros trabajos”.
Según el mandatario, los aranceles podrían generar entre 600 000 millones y un billón de dólares en ingresos en los próximos dos años, al tiempo que atraerían inversión extranjera, como el reciente plan de Honda de fabricar un nuevo modelo en Indiana.

Reacciones internacionales y tensiones comerciales
La decisión ha tensado las relaciones con socios clave del T-MEC, como Canadá y México, que exportan el 80 % de sus vehículos a EE.UU. El primer ministro canadiense, Mark Carney, calificó la medida como un “ataque directo”, mientras que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó su “profundo lamento” y abogó por soluciones negociadas.
Japón, por su parte, anunció que responderá “apropiadamente” a través de su primer ministro, Shigeru Ishiba, ante el impacto en fabricantes como Toyota y Nissan.
A pesar de las críticas, Trump amenazó con aranceles aún mayores si Canadá o la Unión Europea toman represalias, intensificando el riesgo de una guerra comercial global.
“Seremos muy indulgentes, pero esto afectará a todos los países”, afirmó el presidente.
Efectos en la industria automotriz estadounidense
Aunque la medida exime a los vehículos fabricados en EE.UU., el sector automotriz estadounidense también expresó inquietud. La Asociación de Fabricantes de Automóviles de EE.UU. pidió que las tarifas se implementen sin afectar los precios al consumidor ni la competitividad del mercado norteamericano.
Empresas como Ford, que importa el 20 % de sus vehículos vendidos en EE.UU., y General Motors, con 750 000 unidades anuales desde Canadá y México, podrían enfrentar costos adicionales por piezas extranjeras.
Elon Musk, asesor de Trump y CEO de Tesla, reconoció en X que “el impacto en el costo no es trivial” para su compañía, dado que muchas piezas de Tesla provienen del exterior. “Tesla no saldrá indemne”, admitió, subrayando las complejas cadenas de suministro globales.