Es evidente la importancia de los sistemas de alumbrado en el sector del transporte. Con una masiva movilización de camiones durante la noche por las carreteras europeas, estos sistemas han ido evolucionando hasta convertirse en parte esencial de todo buen camión.
En este artículo intentaremos desgranar cómo han ido mejorando los sistemas de alumbrado, tanto exteriormente como en el interior de la cabina. Daremos repaso a las diferentes etapas en el tiempo, así como cuáles son las últimas innovaciones en este aspecto.
Si nos remontamos a los primeros transportes de mercancías por carretera con vehículos motorizados, nos iríamos más de un siglo atrás, y por aquel entonces, los sistemas de alumbrado, al llegar la noche, se limitaban a unas lámparas, de parafina o aceite, que más que alumbrar, lo que hacían eran indicar dónde estábamos, con el fin de ser vistos.
También se utilizaron con gran éxito en el mundo del automóvil y camión lámparas de carburo, a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Se incorporaba una especie de generador de acetileno, con un recipiente donde se metían piedras de carburo, con un gotero de agua, que al caer sobre las piedras de carburo producían gas, que era llevado por unas tuberías hasta los llamados faros, y allí se quemaba, produciendo una llama mucho más luminosa que los antiguos de aceite o parafina.
Pero fue quizás cuando se empezaron a implementar las primeras con bombillas de filamentos, cuando realmente empezó a considerarse verdaderos faros realmente útiles para alumbrar la calzada.
Estas bombillas llamadas de incandescencia se montaron masivamente por todos los fabricantes de vehículos entre 1920 y 1930, por lo que llevan entre nosotros ya alrededor de un siglo. Derivadas de estas, la aparición de las llamadas halógenas supuso una mejora muy grande, en cuanto a la eficacia lumínica, así como a la durabilidad de estas bombillas.
Aquí deberíamos de hacer un alto en el camino, ya que a día de hoy, la mayoría de los camiones portan de serie este tipo de faros y bombillas. Evidentemente no vamos a mencionar que hay infinidad de tipos de bombillas con esta tecnología, tanto para los faros principales como para los auxiliares.
Hasta hace poco y mejorando a las halógenas, la panacea de los faros la encontrábamos en los llamados de xenón, y no era otra cosa que unas bombillas especiales de descarga de gas, con una lámpara de plasma y vapor de mercurio a alta presión con relleno de xenón para el encendido. Una vez encendida la bombilla, apenas requería energía, por lo que el consumo era mucho menor, y aparte emitían una luz blanca mucho más intensa.
En su contra diremos que dado su potencial lumínico, debían de llevar un regulador automático de altura, para no deslumbrar a los conductores que circularan de frente, así como unos lavafaros obligatorios, porque tampoco se calentaban igual que los faros convencionales halógenos, y corríamos el peligro de que se acumulara escarcha en los días más fríos. Todos estos suplementos hacían de que esta opción fuese cara de montar, pero todas las marcas la ofrecían, ya que eran lo mejor que había.
Años después empezaron a llegar los que montan bombillas de led, que son los faros que a día de hoy podríamos considerar los más modernos. Este tipo de faros están presentes ya en la mayoría de las marcas y, aunque algunas siguen empleando los de xenón, se está optando por montar estos nuevos de led, por lo que podríamos decir que casi todos los camiones que venden llevan faros halógenos de serie y ofrecen como opción, por un precio algo mayor, poder equiparlos con los de led.
Como última reseña, y aunque no hayan llegado todavía al mundillo del camión, haremos mención a los faros láser, que ya se están instalando en algunos coches, con un precio todavía al alcance de pocos.
Se trata de una mezcla entre un faro led y uno láser, con un proceso automatizado, que emite un haz de luz increíblemente potente, además de controlado en todo momento por una centralita electrónica, para no deslumbrar en ningún momento a otros conductores.
Los camiones, como vehículos de trabajo tienen un tratamiento y unas necesidades muy diferentes a los automóviles. Las horas que pasaremos y las acciones que tendremos que realizar, tanto en el interior como en el exterior, requieren de unas ayudas que pocas veces necesitaremos en un coche.
Si a todo esto añadimos que muchas veces tendremos que llevarlas a cabo en circunstancias con climatología adversa y de noche, cobra especial importancia que nuestro camión esté dotado de unas buenas luces auxiliares.
Un ejemplo claro sería la luz de detrás de la cabina, para poder realizar enganches de mangueras, o soltar el semirremolque, pero a la vez, para poder subir a esta parte viendo los peldaños, sobre todo, como decíamos, en situaciones de mucha oscuridad y mal tiempo.
Otra de las acciones más habituales, como la subida y bajada de la cabina, requiere que los peldaños estén bien iluminados, con el fin de no sufrir ningún percance.
Por otro lado, en el interior de la cabina, la situación ha ido mejorando paulatinamente y los fabricantes de camiones se han volcado en proporcionar un bienestar al conductor, al dotarla de luces de todo tipo en el interior, regulables desde los interruptores del salpicadero, o desde mandos a distancia, algunos hasta desde la llave del camión.
Estas llamadas luces de ambiente, que se regulan con potenciómetros, se hallan incluso en diferentes colores relajantes, por todo el habitáculo, y han dado rienda suelta a cada fabricante a la hora de desarrollar todo tipo de ideas.
Algunos incluso se atreven a memorizar nuestras intensidades favoritas y, cuando metemos la tarjeta del tacógrafo, el camión nos reconoce y adapta inmediatamente las luces y posiciones que habríamos escogido.
En cuanto a luces para mejorar la visibilidad en condiciones muy difíciles, en los camiones contamos con la ventaja de tener una superficie frontal muy grande, así que las marcas ofrecen todo tipo de soluciones alternativas a los faros principales, desde faros de largo alcance en lo más alto de la cabina hasta en diferentes posiciones como a media altura, justo al lado de la parrilla.
En este aspecto, ha y que destacar que algunas lo integran mejor que otras, ya que en algunos casos estos faros parecen formar parte de la propia carrocería del camión y son realmente un buen ejercicio de aerodinámica, mientras que en otras marcas esto está menos depurado y siempre se ofrecerán en forma de faros alojados en soportes especiales, creados para tal fin.