El dominio del piloto de Red Bull Max Verstappen este año parece imparable. El holandés ha ganado todos los Grandes Premios menos tres y solo le falta recoger su tercer título mundial en Qatar, por así decirlo, lo cual podría conseguir desde la carrera sprint.
Según el propio piloto, los éxitos se deben principalmente al enfoque relajado que pone sobre el tapete cada fin de semana, explica al podcast Mind Set Win. «Hago las cosas mucho por mí mismo. No me gusta hacer las cosas más difíciles de lo que son y tampoco pensarlas demasiado», dice el ganador de 48 carreras de Fórmula 1. «Eso me funciona muy bien».
Dice que la capacidad de Verstappen para estar tan relajado también es una ventaja para el equipo. «Puedo estar horas en la pista, pero eso no ayuda», menciona el limburgués. En cambio, al disfrutar de las cosas que rodean a las carreras, el bicampeón y casi tricampeón del mundo siente que se desenvuelve mejor al volante. «La F1 es una gran parte de mi vida, pero no lo es todo», explica el piloto. «También sé cuándo volver a encender el interruptor y también sé cuándo volver a apagarlo».
La mayoría de los pilotos de Fórmula 1 trabajan duro y sienten una gran pasión por su trabajo, y Verstappen también. Esa pasión en particular es la razón por la que es tan bueno.
«Si tú mismo no quieres ir más rápido o mejorar porque esto es parte de tu vida y de tu carrera, en algún momento irá mal», dijo.
A la pregunta de si ve aspectos mejorables en sí mismo, el propio piloto no sabe responder: «Siempre se trata de las pequeñas cosas en las que pienso: ‘Podría haberlo hecho mejor’. Siempre hay margen de mejora y siempre hay que estar abierto a ello. Eso es lo más importante».
Cometer errores forma parte del proceso
Con 17 años, Verstappen llegó a la Fórmula 1. En sus primeros años, a menudo fue objeto de críticas por su conducción a veces imprudente. El ahora piloto de nueve años sabe que ha aprendido mucho hasta ahora, lo que le ha convertido en un piloto más completo.
«Debido a la falta de experiencia, a veces cometía algunos errores», dice el piloto. «En cierto modo, eso formaba parte de convertirse en un mejor piloto. Se trata de cómo aprendes de ello y cómo mejoras. Es un proceso continuo. Sólo se detiene cuando dejas de correr».
