El BMW XM del 2023 es un SUV de lujo de altas prestaciones completamente nuevo que utiliza un sistema de propulsión híbrido enchufable y un estilo escandaloso para definir un nuevo nicho para sí mismo. En cuanto a tamaño, se sitúa en la gama BMW entre el X5 y el X7.
Aunque tiene claras intenciones de rendimiento que intentan justificar su insignia M, el acabado y las características del XM elevan su estatus de lujo al de los modelos BMW de acabado superior.
Estilos y opciones
Disponible en un único modelo para el 2023, el XM ofrece abundantes características de serie, incluido un cuadro de instrumentos digital configurable que se extiende por el salpicadero y se conecta a la pantalla de info-entretenimiento, creando una amplia pantalla curva.
En muchos sentidos, el XM sienta las bases del futuro diseño de BMW, tanto por dentro como por fuera.
Tren de potencia
Bajo el capó del XM hay un motor V8 de 4,4 litros con doble turbocompresor asistido por un motor eléctrico integrado en la transmisión automática de ocho velocidades. La EPA estima una autonomía totalmente eléctrica de unos 50 km. La potencia combinada es de 644 CV y la tracción total es de serie.
Estilo interior
Cualquier comprador familiarizado con el interior de un BMW moderno, especialmente el X7, notará muchas similitudes en el XM. Esa similitud sin duda ayuda a mejorar la curva de aprendizaje, pero también hace que el XM se sienta un poco menos especial dada su naturaleza cara.
Afortunadamente, el XM cuenta con el nuevo sistema iDrive de BMW, que presenta una nueva estructura de menús y gráficos de fácil lectura. Está repleto de información y posibilidades de ajuste. Puede llevar un tiempo dominarlo por completo, pero la mayoría de las funciones básicas son fáciles de encontrar.
Otra similitud con el X7 es la facilidad para entrar y salir. Las puertas del XM se abren de par en par y los asientos no ofrecen ningún impedimento para el acceso. Los asientos traseros están muy retrasados, por lo que hay espacio suficiente para entrar en el XM antes de darse la vuelta y caer en el asiento inclinado.
La posición de conducción es otra cosa que el XM comparte con el X7. Es más erguida y elevada de lo que cabría esperar, pero el XM consigue parecer y sentirse más pequeño de lo que es una vez en marcha.
Mi única queja con respecto a la visibilidad exterior son los retrovisores exteriores, que son demasiado pequeños para un SUV tan grande.
Afortunadamente, el climatizador del XM tiene un control absoluto sobre la temperatura interior, y los asientos delanteros cuentan con funciones de masaje, calefacción y ventilación. Sin embargo, las funciones de masaje y ventilación brillan por su ausencia en los asientos traseros, dadas las aspiraciones de SUV de lujo del XM.
A pesar de la longitud del XM, y de que sólo ofrece dos filas de asientos, la capacidad de carga es relativamente pequeña. Con 18,6 pies cúbicos, el XM ofrece menos espacio de carga que un Volkswagen Golf GTI (19,9 pies cúbicos), BMW X5 M (33,9 pies cúbicos) y el Lamborghini Urus (21,8 pies cúbicos).
Un obstáculo adicional para el XM es un piso de carga alto. Hace que cargar objetos grandes, como un cochecito moderno, sea más difícil de lo que debería ser. El almacenamiento interior para los pasajeros de los asientos delanteros se limita en gran medida a la consola central.
La almohadilla de carga inalámbrica y los portavasos se pueden ocultar debajo de una puerta retráctil, y los compartimentos de las puertas del XM son de tamaño considerable.
El lado positivo de los asientos traseros relativamente planos del XM es lo fácil que resulta enganchar una silla infantil. El generoso espacio para las piernas y las amplias aberturas de las puertas facilitan la carga incluso de la silla de automóvil más grande, y los puntos de anclaje son de fácil acceso.
Tecnología
El XM muestra algunas de las últimas innovaciones de BMW, y son bastante impresionantes. El conjunto de avanzados sistemas de ayuda a la conducción de BMW puede ser un éxito o un fracaso en cuanto a su rendimiento, pero aquí son un acierto.
El Asistente de Autopista opcional de BMW permite incluso el uso de manos libres a baja velocidad cuando las condiciones lo permiten. El sistema de info-entretenimiento tarda un poco en aprenderse, pero en general quedé impresionado con el funcionamiento del nuevo sistema iDrive de BMW.
El asistente virtual de BMW activado por voz también está por encima de la mayoría de los sistemas de control por voz en la forma en que responde y en su capacidad para cambiar fácilmente cosas como la configuración del climatizador.
BMW va aún más allá con la integración de smartphones Android. Los usuarios de Android pueden emparejar rápidamente sus teléfonos con el automóvil y las indicaciones de navegación aparecen como indicaciones giro a giro en el cuadro de instrumentos del conductor.
Tanto Android Auto como Apple CarPlay son inalámbricos en el XM, y el SUV cuenta con carga inalámbrica y USB-C. Mi modelo de prueba también tenía el sistema de audio Bowers & Wilkins opcional.
Me pareció bastante impresionante y capaz de ahogar la mayor parte, si no todo, el ruido de la carretera y los neumáticos del XM.
Seguridad
Entre las ayudas a la conducción y los elementos de seguridad de serie se incluyen control de crucero adaptativo con función de parada y arranque, sensores de fatiga y alerta de enfoque, protección precolisión (elevalunas y techo solar), asistencia de mantenimiento de carril y asistencia de cambio de carril.
Además cuenta con detección de ángulo muerto, alerta y atenuación de colisión frontal, aviso de salida de carril, cámara de visión periférica, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, asistente de aparcamiento, reconocimiento de semáforos, advertencia de tráfico cruzado y luces largas automáticas
En carretera
Poner un distintivo M en un BMW hace que el vehículo tenga que superar una montaña de expectativas. Hasta cierto punto, el XM escala esa montaña gracias en gran parte a una ingeniería impresionante y muy trabajada.
El XM se las arregla para superar su sorprendente peso en vacío de tres toneladas acelerando hasta 100 km/h en 4 segundos y recorriendo el cuarto de milla en 12,1 segundos a más de 114 km/h.
Pero esas cifras se quedan cortas respecto a lo que se puede conseguir en un BMW X5 M. El enorme peso del XM representa su mayor y más decepcionante inconveniente.
Como híbrido enchufable, el XM puede ofrecer en ocasiones una aplicación suave tanto de su potencia eléctrica como de la de combustión interna. Encontré que las transiciones entre los dos sistemas son más suaves una vez que se alcanza la velocidad, pero demasiado poco refinadas a velocidades más bajas, especialmente cuando se arranca desde una parada.
Incluso con toda su impresionante ingeniería, el XM parece tener estrechas ventanas operativas en las que todo se siente bastante bien.
Las intenciones deportivas del XM conspiran para casi acabar con cualquier intento de ser un SUV de lujo. Los muelles de acero utilizados por los ingenieros de rendimiento de BMW M son tan rígidos que arruinan absolutamente la calidad de marcha en cualquier superficie que no sea perfectamente lisa.
Las cosas mejoran un poco a velocidades de autopista, pero el XM se siente comprometido porque su enorme peso requiere una suspensión dura para mantener los movimientos de la carrocería bajo control.
Los niveles de ruido interior también están al borde de lo inaceptable para un SUV de lujo, con casi constante rugido de los neumáticos y altos niveles de ruido ambiental de la carretera.
Los asientos delanteros contribuyen en gran medida a suavizar la rigidez del XM. Aunque ofrecen una amplia gama de ajuste y un acolchado de felpa, no se ven ni se sienten particularmente especiales. A pesar de su longitud, el XM es solo un SUV de dos filas.
