Incluso en el equipo más exitoso de la Fórmula 1, no todo parece ser tan armonioso como parece. Porque internamente, se dice que hay una lucha de poder entre las dos figuras más presentes: por un lado, el jefe del equipo, Christian Horner, y por otro, el asesor de deportes de motor Helmut Marko.
Horner preferiría deshacerse de Marko, al menos eso es lo que informan actualmente medios como el diario brasileño Globo. Esto dejaría básicamente al inglés solo al mando de las fortunas de Red Bull en la Fórmula 1. Se dice que las tensiones entre él y Marko existen desde hace tiempo.
El equilibrio de poder ha vuelto a cambiar desde la muerte del director ejecutivo de Red Bull, Dietrich Mateschitz, hace aproximadamente un año. Marko, que era un estrecho confidente de Mateschitz, ya no puede contar con el apoyo de su compatriota.
Y el nuevo director deportivo, Oliver Mintzlaff, no se considera necesariamente amigo del veterano de 80 años, afirma el informe, que curiosamente tiene a Luciano Burti, antiguo piloto de Fórmula 1, como uno de los autores.
Además, se dice que la influencia de Horner está creciendo, también en la dirección de AlphaTauri. El inglés ya participa en muchas decisiones entre bastidores relativas a pilotos y representantes del equipo -incluido el director general, Peter Bayer-, por lo que también está ganando cada vez más poder en términos de personal.
Marko: «Yo decido sobre mí».
¿Están contados los días de Marko en Red Bull? Al parecer, en una reunión del consejo de administración prevista para esta semana se decidirá el futuro del ex piloto en la escudería. Pero el propio Marko se muestra tranquilo al respecto.
El austriaco ha declarado a Motorsport-Total.com, medio parte de la familia Motorsport.com: «Tengo contrato hasta finales de 2024 y al final es una decisión de los accionistas, no de Christian Horner, y al final soy yo quien decide».
Es importante señalar que Marko no es empleado de la propia escudería de Fórmula 1, que dirige Horner. Por lo tanto, el salario de Marko tampoco cuenta para el límite presupuestario porque está empleado oficialmente por Red Bull GmbH, donde Horner no tiene poder directo.
También parece que el propio austriaco sigue teniendo cierto poder. Así lo demuestra, por ejemplo, el nuevo contrato de Yuki Tsunoda, a quien Marko tiene en gran estima, pero a quien Horner habría preferido sustituir por otro piloto después de tres años.
¿No hay dimisión a la vista?
Según parece, al propio Marko le gustaría continuar, aunque a sus 80 años podría haber pensado en la retirada durante mucho tiempo. Pero cualquiera que conozca a Marko sabe que eso no sería para él. Tiene hambre de éxito y disfruta con el dominio actual de Max Verstappen, con quien también se lleva muy bien; al fin y al cabo, él lo trajo a Red Bull a través del programa junior.
Esto también se aplica a la relación con Oliver Mintzlaff. Marko no quiere saber nada de las supuestas tensiones. Admite que al principio hubo algunos roces debido a los diferentes intereses principales (el automovilismo y el fútbol), pero desde que se han involucrado más en los temas del otro, todo ha ido bien.
En estos momentos, hay algunas cuestiones que están causando malestar en Red Bull, a pesar de todos los éxitos deportivos. Pero al igual que Sergio Pérez, de quien se ha rumoreado repetidamente que podría ser echado o dimitir -lo que, por cierto, Marko dice que es completamente falso-, el austriaco aún tiene contrato en vigor para el año que viene.
Y la voluntad de seguir dando el máximo incluso a los 80 años.