Max Verstappen se ha hecho con la pole (undécima del año) en el Gran Premio de Brasil, por delante de Charles Leclerc, Lance Stroll y Fernando Alonso.
La lluvia apareció en el primer intento de la Q3 para confirmar el bombazo de Aston Martin, que se cuelan tercero y cuarto en la parrilla del domingo, donde ambos podrían optar al podio, sobre todo el asturiano, cuya pericia en carrera le puede dar el octavo en una cita que se prevé en seco.
El chaparrón estalló en diluvio justo al acabar ese primer intento y el director de carrera izó la bandera roja, a falta de 4.19 para el final, pero sin posibilidad de reanudación, pues se haría de noche en cualquier caso. La sorpresa se confirmaba, con algunos de los favoritos descolgados. Los equipos cerraban las puertas de los garajes para que no se inundasen.
Carlos Sainz fue uno de los grandes damnificados por esa zona de la pista mojada, pues tuvo una excursión grande por la hierba y su tiempo le llevó al octavo de la parrilla. La sanción posterior sobre George Russell, por entorpecer a Gasly en la salida de pit lane, hacía ascender al madrileño a la séptima plaza en el orden de salida del domingo.
Leclerc, sin embargo, tuvo una de sus vueltas mágicas y se colaba en primera línea, para intentar amenazar una nueva victoria del holandés, que sería la 17ª, en este fin de semana de formato Sprint.
En Aston Martin estuvieron vivos para salir entre los primeros a pista, algo que a la postre les dio el premio inesperado. En Ferrari, Mercedes o McLaren pecaron de lentos y fueron los más perjudicados. También Red Bull con Checo, al que hicieron salir el último de todos, mientras Max lo hizo el tercero a pista. Ese orden de salida fue crucial a la postre.