El mercado de carros eléctricos en China, impulsado por las ayudas estatales, está experimentando una ralentización en su crecimiento. Factores como la priorización de la venta de modelos más caros, la autonomía limitada y la rápida evolución tecnológica están afectando la demanda interna.
Esto ha llevado a una sobreproducción que, según estimaciones, generará un exceso de stock de al menos 1.3 millones de vehículos entre 2023 y 2025. Hay que decir que, el gigante automotriz BYD ya tiene capacidad para producir cuatro millones de automotores, superando la demanda proyectada de 3.7 millones.
Así, la sobreabundancia está provocando una guerra de precios entre fabricantes chinos, poniendo en riesgo la supervivencia de algunas marcas, como NIO y XPeng, que ya estaban luchando financieramente.
Más de 400 modelos eléctricos en el mercado chino
Analizando las cifras proporcionadas por Bernstein Research, se proyecta que en 2024 habrá hasta 400 modelos distintos de carros eléctricos o híbridos enchufables disponibles en el mercado chino. Este exceso de oferta ha llevado a la necesidad de exportar vehículos para garantizar un crecimiento sostenido.
Sin embargo, esta estrategia debilita la posición de China en el mercado global y aumenta la competencia. El país asiático, confiando en su capacidad para controlar la cadena de suministro y producir a un costo inferior, busca expandirse en Europa y Estados Unidos.
A pesar de los aranceles y posibles represalias, el mercado europeo es un objetivo clave para ofrecer automotores eléctricos más asequibles. Los fabricantes europeos, conscientes de la necesidad de competir en precios, podrían enfrentar un desafío significativo.
En Estados Unidos, los aranceles para modelos fabricados en China son del 27.5%, pero la opción de utilizar a México o Canadá como puente está sobre la mesa. China se enfrenta a un juego de equilibrios para mantener su posición en el mercado global y expandirse con éxito en nuevos territorios.
