También en Arabia Saudí, Aston Martin mostró la misma tendencia que en el primer GP de Bahréin, con un AMR24 más eficaz a una vuelta que a larga distancia. En la calificación, de hecho, Fernando Alonso logró un excelente cuarto puesto sólo por detrás de los dos Red Bull y del Ferrari de Charles Leclerc, dejando atrás tanto a los McLaren como a los Mercedes.
Un resultado que el español no pudo confirmar después en carrera, donde la mayor competitividad del MCL38 en largas distancias emergió más claramente. En la vuelta en seco, de hecho, el Aston Martin fue capaz de encontrar un buen equilibrio entre velocidad punta y competitividad en las curvas, mostrándose muy eficaz a lo largo de toda la vuelta, especialmente en las curvas de alta velocidad donde, aunque no al nivel de Red Bull, McLaren y Ferrari, mostró un progreso tangible en comparación con la temporada pasada.
Fue precisamente la cuestión del equilibrio la que marcó la diferencia en la calificación: Aston consiguió mostrar un buen nivel de competitividad en varias zonas de la pista, a diferencia de McLaren y Mercedes, que hicieron de zonas concretas su punto fuerte. El equipo Wocking sufrió de bajas velocidades máximas en las rectas, pero fue eficaz en las secciones rápidas, mientras que el equipo de Brackley experimentó exactamente lo contrario.
Sin embargo, en carrera la situación cambió radicalmente, ya que ese problema que había estado preocupando a McLaren en la vuelta rápida se desvaneció en carrera, poniendo en serio peligro el cuarto puesto de Aston Martin. Lo interesante es que los problemas, sin embargo, no se limitaron a la subida del MCL38, sino también a algunas dificultades mostradas por el AMR24 en las primeras vueltas.
De hecho, en las primeras vueltas de la carrera, tanto Alonso como su compañero de equipo Lance Stroll reportaron inmediatamente dificultades para ajustar los neumáticos, hasta el punto de que el español fue casi inmediatamente adelantado por Oscar Piastri. Esta condición también provocó el accidente del canadiense que, en un intento de empujar para defenderse de los rivales que tenía detrás, forzó demasiado y golpeó el muro interior de la curva 22, generando un accidente que le llevó a terminar su carrera en las barreras.
Un tema que también abordó el director del equipo al final del Gran Premio: «Al principio de la carrera teníamos problemas con los dos coches. No sé si se veía. Ambos coches, en las primeras cinco o seis vueltas con los neumáticos medios, estaban realmente luchando. Fernando también fue adelantado por Oscar Piastri y Lance tenía a todo el grupo detrás. Así que tenemos que entender lo que pasó. Y realmente tuvieron que empujar para mantener el ritmo. Es algo que tenemos que entender bien», explicó Mike Krack, señalando que aún no está claro por qué tuvieron tantas dificultades. A decir verdad,
Ese adelantamiento inicial hizo ver de inmediato a Alonso que la carrera en Arabia Saudí no iba a ser fácil, aunque el asturiano pudo entonces mantenerse detrás del Mercedes de Russell, que podía contar con una ventaja nada desdeñable en términos de velocidad punta.