Audi acelera. Desde la semana pasada, el equipo Sauber de F1 está dirigido por personal del fabricante alemán. La decisión tomada por la cúpula directiva de Audi de completar la adquisición del 100% de Sauber, adelantándose al calendario previsto en el plan lanzado en 2022, viene dictada por varias razones.
La más evidente es la necesidad de dar carpetazo a los rumores surgidos en los últimos meses que apuntaban a una posible desvinculación de la cúpula de la compañía alemana del proyecto de Fórmula 1, rumores que se acrecentaron tras la llegada al frente de la empresa del nuevo consejero delegado, Gernot Döllner, en sustitución de Markus Duesmann, la persona que había impulsado el regreso de Audi a la máxima categoría del automovilismo. La segunda motivación fue la necesidad de empezar a impulsar inversiones destinadas a mejorar las instalaciones del equipo en Hinwil.
Audi hizo oficial el nombre del equipo que debutará en 2026 (Audi F1 Team), así como las figuras clave del programa, empezando por el presidente del consejo de administración del Grupo Sauber, Oliver Hoffmann.
Andreas Seidl ha sido confirmado en el cargo de CEO. Se le encomendará la gestión del programa, del que también será la cara y la persona de contacto. Su área de responsabilidad también incluye el departamento Audi Formula Racing GmbH en el que se diseña y construye la unidad de potencia alemana que debutará en la temporada 2026.
El momento de la adquisición se discutió y finalizó de mutuo acuerdo con Finn Rausing, que controlaba su participación en el equipo a través de la empresa Islero Investments AG. Según la información filtrada en el momento del acuerdo inicial, Audi iba a hacerse con el 75% del accionariado, y el control total se plantearía de cara a 2026, cuando el equipo debutará oficialmente en la pista.
La decisión de adelantar la adquisición está vinculada a la necesidad de prever inversiones específicas en un corto plazo de tiempo para 2026. «Al hacernos con el 100% de Sauber Group aceleraremos aún más nuestros preparativos para el lanzamiento en 2026», confirmó Hoffmann, «también hemos podido asegurarnos los servicios de Andreas Seidl como CEO del Audi F1 Team, es el hombre adecuado para nuestro ambicioso plan, hará una contribución significativa al proyecto de Fórmula 1 de Audi».
Hablar hoy de 2026 puede parecer prematuro, pero en realidad el tiempo se acaba. Las grandes ambiciones del programa no sólo se centran en la unidad de potencia, y la necesidad de construir un monoplaza en Hinwil que esté a la altura de los objetivos es probablemente un compromiso mayor que incluso el proyecto del nuevo tren de potencia. La llegada de James Key como director técnico fue un primer paso, pero se necesitará mucho más para llevar a la pista un coche competitivo.
Veinte años después, la operación recuerda a la llevada a cabo por BMW en 2005 con la adquisición de las instalaciones de Hinwil al entonces propietario y fundador Peter Sauber. Curiosamente, muchas de las caras que ahora encabezan el organigrama de Audi estuvieron presentes en el programa de BMW F1, desde Hoffmann a Seidl, pasando por otras personalidades como Adam Baker o Stefan Dreyer. Los roles y los colores han cambiado, pero muchas caras son familiares desde hace tiempo.