Max Verstappen ha dicho a sus críticos «que se vayan a la mierda» tras el Gran Premio de Hungría de Fórmula 1, después de haber sido muy duro con la estrategia de carrera de Red Bull y la reacción externa a su choque con Lewis Hamilton.
El vigente campeón del mundo de F1 expresó continuamente su frustración por la estrategia de Red Bull durante la carrera de Hungaroring y en el último stint había caído hasta la quinta posición, pero con neumáticos más frescos adelantó a Charles Leclerc, de Ferrari, y luego fue por el Mercedes de Hamilton por la última plaza del podio.
Verstappen se enredó con Hamilton al tratar de adelantarlo en la curva 1 a ocho vueltas del final y cayó hasta la quinta posición.
Después de la carrera, Verstappen sintió que McLaren estuvo fuera de su alcance, que logró 1-2 con Oscar Piastri y Lando Norris, y que el tercer puesto era su resultado óptimo.
Cuando se le pidió que reaccionara a sus críticos que decían que fue demasiado lejos en la carrera y faltó al respeto a su escudería Red Bull por sus comentarios en la radio, Verstappen respondió: «Se pueden ir todos a la mierda».
Verstappen, que está siendo investigado por los comisarios de la FIA por su choque con Hamilton, también apuntó a las críticas por su participación en el incidente, después de haber sido también objeto de críticas al chocar con Lando Norris en el GP de Austria el mes pasado.
«En Austria me echaron mucha mierda diciendo que me movía en la frenada, bla, bla, bla», dijo. «Estoy posicionando mi coche en el movimiento inicial y luego lo mantengo recto».
«Hoy, en la frenada, él siguió girando hacia la derecha y por eso yo también bloqueé porque iba a por el movimiento, pero vi que el coche del exterior seguía viniendo hacia mí. Si no, ya habríamos chocado antes. Tuve que parar el coche y por eso bloqueé».
El piloto neerlandés explicó sus críticas a la estrategia de Red Bull tras la carrera y consideró que dejarlo expuesto al undercut en cada parada -perdió un puesto con Hamilton en los primeros pitstops y luego con Leclerc en los segundos- lo hizo estar siempre «a contrapié» y luchando por adelantar.
«Hoy no teníamos el ritmo para luchar con McLaren, pero creo que podríamos haber sido terceros», reflexionó.
«La estrategia equivocada me puso en una situación en la que tenía que luchar constantemente con la gente, intentando adelantar, y hoy no funcionó».
«La pista está muy caliente y en cuanto te acercas a los coches los neumáticos se sobrecalientan y básicamente toda la ventaja que tienes con los neumáticos ya no funciona».