Desde fuera, parece que Red Bull es un caos, ya que sólo hay noticias de que muchas de las mentes pensantes que llevan años en la escudería y que han diseñado los mejores coches de los últimos están anunciando que se van. El primero, fue Adrian Newey y desde ahí ha habido una fuga en cadena.
Sin embargo, desde dentro del equipo la película es muy distinta. Aunque viendo todo lo que está pasando se podría pensar que van de capa caída, están muy tranquilos y no temen al futuro, que muchos en el paddock dicen que no es tan ilusionante como estas últimas temporadas y por eso salen rumores como la posible marcha de Max Verstappen a Mercedes, lo que sí que sería un golpe durísimo para los austríacos.
Jonathan Wheatley ha sido el último en abandonar el barco de Milton Keynes. Y sí, como vemos, no son pequeñas piezas las que se van, son ingenieros con un gran nombre en la F1, ya que Wheatley era el Director Deportivo de Red Bull desde 2006 y ha sido seducido por un proyecto, el de Audi, que no le asegura estar en la cima en los primeros años.
Horner calma las cosas en Red Bull
Ha sido Christian Horner el que ha confirmado que no hay preocupación. Evidentemente, como jefe de equipo que es y consciente que no puede dar una sensación de temor, lo ha hecho queriendo tranquilizar a todo el mundo y quitando un poco del foco los problemas obvios que hay dentro de la escudería. «Sé que Jonathan quiere irse. ¿Por qué no? Es un hombre caro, cuyo sueldo me permite contratar a unos cuantos ingenieros», explicó el Team Principal.
En parte tiene razón, todos estos ‘capos’ que se van tienen un salario muy alto y en Milton Keynes lo podrán redistribuir en más personal. Sin embargo, como ya dice el dicho, lo barato sale caro y puede valer más tener alguien con experiencia y garantías como lo son estos ingenieros que se van, que uno nuevo que no esté familiarizado con la marca de las bebidas energéticas en el Gran Circo.
La solución de Red Bull
Y la solución que proponen dentro del equipo no está mirando fuera y en encontrar nuevas caras, sino en centrarse en lo que ya tienen y recolocar personal, ya que en la F1 es importante la experiencia y también el conocer el equipo con el que se trabaja, porque los métodos cambian y mucho con las diferentes escuderías.
Tal y como ya se hizo con el diseñador, Pierre Wache, que se le ofrecieron nuevas condiciones pocos días antes de que se confirmara la marcha de Adrian Newey, es posible que se haga lo mismo para el puesto de Jonathan Wheatley. En algunos medios se habla de un ascenso de Gianpiero Lambiase, que es director de ingeniería de carrera e ingeniero de Max Verstappen, dándole más poderes dentro del equipo.
