El Gran Premio de Italia supuso el regreso de Argentina a la máxima categoría del automovilismo con Franco Colapinto, quien se quedó a las puertas de conseguir puntuar en su primera carrera de Fórmula 1 después de que el equipo Williams confiara en él para sustituir a Logan Sargeant tras los malos resultados del estadounidense.
Dos semanas después, y con algunas lecciones aprendidas, el argentino llega al Gran Premio de Azerbaiyán con la esperanza de conseguir pelear por entrar entre los diez mejores, no sin antes añadir su habitual toque de humor en la rueda de prensa de la FIA: «Fue muy especial, es increíble ver tantos periodistas aquí, en Fórmula 2 no había tantos, siempre trabajas para ese sueño desde niño, y hacerlo en Monza fue increíble».
«Estaba con MP preparando Monza, y me llamaron desde Reino Unido, tuvo muy poco tiempo, no tenía mucha experiencia en un coche de Fórmula 1 y tuve que aprender muchas cosas», indicó. «Tenía mucha información por parte de los miembros del equipo, me ayudaron mucho a procesar todo un poco más rápido y aprender más rápido. Parte del buen rendimiento se debió a los ingenieros, mecánicos y a la cálida bienvenida que me dieron, Alex [Albon] también fue de mucha ayuda, y he tenido la suerte de llegar a este equipo».
«No son las mejores circunstancias, sé que Logan era muy cercano y era triste, pero nunca eliges cuando ir a la Fórmula 1. Desde principios de año me estuve entrenando para llegar a la Fórmula 1, y me uní en Monza, así que estoy agradecido por tener esa oportunidad, esa fe, y estar en Williams y todo lo que representa el equipo es increíble», dijo Franco Colapinto. «Ser el primer argentino en muchos años fue muy especial».
Aunque lo más importante para el de Williams es que pudo demostrar a la escudería de Grove que en él tienen a un posible piloto para el futuro: «Aprendí muchas cosas, pero encaramos la carrera con muchos interrogantes porque no dimos más de ocho vueltas en un Fórmula 1 y, de repente, estaba con los libres. Estuve aprendiendo durante la carrera, y lo importante es ir paso a paso durante todo el fin de semana, y fue muy especial, pero hicimos un gran trabajo, demostré al equipo que hicieron bien en creer en mí, que podría hacerlo, y espero conseguir más puntos en el futuro».
Además de ello, Franco Colapinto necesitaba adaptar algo más que solo el pilotaje, puesto que la forma física será clave en las próximas carreras: «Debería adaptar mi cuerpo, es un coche muy duro, es como sentarse en un muro, es rígido, y aunque el asiento está hecho a medida, creo que no estamos adaptados al 100%. Creo que lo hemos arreglado, se sienten los baches, y en cuanto a mi entrenamiento, estoy contento, el cuello es la parte más difícil de la Fórmula 1, pero creo que ahora todo está perfecto».
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