El legendario diseñador de F1, Adrian Newey, es actualmente el director técnico de Red Bull Racing y, aunque admite que la cuenta atrás para su jubilación ya ha comenzado, sigue involucrado en la escudería.
El director técnico de Red Bull, Pierre Wache, cree que la forma de implicarse de Newey, mirando el panorama general, funciona muy bien para ayudar al equipo a sacar lo mejor de sí mismo.
«La estructura está hecha para tener gente de confianza en el sistema, ya sea en la pista o en la fábrica, y poder desarrollar el trabajo de la manera que queremos», dijo Wache a sobreruedas.news
«Adrian, va a cada área donde quiere ser capaz de interactuar con todo el mundo y va a desafiar el sistema.
«Es una oportunidad para que él sea capaz de entrar en pequeños detalles en algunas áreas, y luego imágenes más grandes en otros.
«Cuando haces tu trabajo y tienes a alguien al lado que conoces bien, si das ese paso atrás puede ser un gran beneficio».
«La intención de todos en el equipo es hacer el coche más rápido, pero la forma en que cada uno lo hace es diferente. Así que creo que el equilibrio que tenemos es bastante bueno».
Además de mirar el panorama general para Red Bull, Wache dice que Newey fue capaz de ofrecer algunos consejos directos cuando se trataba de las nuevas reglas de efecto suelo que entraron en vigor a principios de 2022.
Newey estudió el fenómeno del efecto suelo en la universidad y empezó a trabajar en la F1 justo al final de la era del efecto suelo.
Se cree que el conocimiento histórico que tenía de esa época fue de gran ayuda para Red Bull a la hora de ponerlo en el camino correcto con su concepto aerodinámico.
Las insinuaciones de que las directrices de Newey ayudaron a Red Bull a evitar verse tan expuesta al porpoising han sido negadas por Wache, pero sí dice que hubo directrices claras sobre otro aspecto clave de la nueva generación de coches: la rigidez del suelo.
«Sobre el rebote, no, pero sobre otros sí», dijo sobre lo que Newey avisó al equipo sobre los coches con efecto suelo.
«Sobre la rigidez del suelo, y todo lo que debería ser, ya se había destacado antes. El porpoising no estaba previsto antes, pero la conducción sí».
