Uno de los puntos relevantes que nos dejó la carrera de Spa-Francorchamps fue el rendimiento de Sergio Pérez, que lejos de los problemas que había encontrado en las últimas carreras fue capaz de dar un importante paso al frente, liderar la carrera y finalizar la carrera en segunda posición. Sin embargo, la distancia que mantuvo con Max Verstappen fue muy relevante al final de la carrera. ¿Dónde estuvo esta distancia? ¿A qué se debió? Veámoslo en el siguiente artículo.
Pérez empezaba la carrera desde la segunda posición, tras haber dejado su monoplaza en la tercera posición en la sesión de clasificación y aprovechar la sanción de cinco puestos que tenía Max Verstappen al tener que sustituir su caja de cambios para la carrera. Un buen punto de partida para construir una carrera más sólida que en las semanas anteriores. Además era capaz de superar a Charles Leclerc en la primera vuelta de carrera y empezar a liderar y marcar su ritmo, ya sólo con Verstappen como el único rival de la parrilla. Desde ahí, esta fue la evolución de su distancia con Verstappen.
En su carrera se pudieron observar dos fases muy relevantes. La primera estuvo comprendida hasta la parada en boxes, con unos tiempos que no se alejaban demasiado de los que estaba haciendo Verstappen, y que de hecho, le dieron margen antes de la primera entrada en boxes. No obstante, desde ahí la distancia creció casi de una manera constante e incontestable, siendo en casi todas las vueltas más lento que su compañero, con una distancia que le acabó dejando a unos 16 segundos al final de la carrera.
Esto hacía que de manera general las distancias entre ambos pilotos fueran las siguientes:
En el cómputo total de la carrera, la distancia entre ambos se quedó en un segundo por vuelta, muy colocado en la zona central de la vuelta, en la que Verstappen era capaz de superar a su compañero en siete décimas. En el primer y tercer tramo de la vuelta también le aventajaba en una décima, para dejar el total de ventaja por encima del segundo.
Veamos en detalle ambas fases de la carrera. Empezaremos por la primera parte de la carrera y la representación de las diferencias entre ambos.
La primera fase de la carrera sólo tenía una diferencia de una décima entre ambos. Verstappen era más rápido en recta, tenía el DRS activado, y le permitía llegar casi 30 kilómetros/hora más rápido a final de recta, pero también tenía rivales por delante que le dejaban bloqueado en la zona central de la vuelta.
En la vuelta se podía ver que Verstappen sacaba muy poco tiempo, sólo en Eau Rouge-Raidillon, porque pasaba a fondo, mientras que Pérez levantaba un poco, generando con ello una décima. No obstante Pérez le recortaba la diferencia por tener mejor velocidad mínima en T6 y más gas, algo que no sucedía para Verstappen. En el paso por T8-T12 no había apenas diferencias para ambos, la velocidad era muy similar, así como tampoco en lo que restaba de vuelta. Pérez le aguantaba bien y no dejaba que se acabara yendo.
Pero las cosas fueron muy diferentes en la segunda parte de la carrera:
Aunque la distancia no se elevaba de la décima en cada zona, por la mayor velocidad que tenía Verstappen en recta eran las ocho décimas las que hacían que Verstappen fuera netamente mejor que Pérez en la segunda parte de la carrera, y de nuevo en la zona final de la carrera. Lo único que cambiaba era el tiempo que hacían en recta, y más en concreto el que ya no hacía Verstappen en la zona final de la vuelta en la parte final de la carrera. Los datos en la vuelta nos muestran lo siguiente:
La décima estaba ubicada en la frenada de la primera curva, y más en concreto lo tarde que frenaba Verstappen en comparación con Pérez, que le daba tiempo que luego mantenía y gestionaba durante la siguiente recta, ya con ambos gestionando en el paso por Eau Rouge. Las ocho décimas en la zona central permanecían siempre inalterables, colocadas de T5 a T8. Pérez frenaba más y perdía más velocidad en la entrada de T5 y le costaba mucho más gestionar el gas en la curva 7, un tramo que a Verstappen ya le daba tres décimas. Desde ahí también había diferencias, otras tres décimas, hasta la curva 12. En la curva 8 no había casi nada, pero en la nueve ya sí, y en la once Verstappen podía pasar sin frenar, algo que no era capaz de hacer Pérez. Otras dos décimas volvían a venir en la zona T12-T14, por lo mismo que ocurría en la curva T12-T14. Pérez frenaba más, tardaba más en el gas y llegaba más lento a la 14. Ya la última décima se encontraba en el paso por esta curva 15, por la mejor salida de Verstappen. Todo ello acabado con una mejor salida de la última curva de Verstappen.
Con todo ello se podía ver que, a pesar de que el coche es el mismo, es tan sumamente específico y complicado de llevar que hace que Verstappen destaque de manera natural sobre Pérez con él. Mucha más confianza, exigencia y determinación en el freno, menos velocidad mínima y sobre todo, una zona de 100-180 kilómetros/hora en la que Verstappen destroza a todos y le hace inalcanzable. Esto hace que Red Bull sea un coche para Verstappen y sólo para Verstappen, y que la combinación de ambos haga que no haya opción de superarles.