Fernando Alonso cuenta con 20 temporadas de experiencia en la F1. El que más. El que más kilómetros ha dado a bordo de un monoplaza. Y también ha corrido un Dakar. Y una temporada en el WEC, además de haber competido en las 500 Millas de Indianapolis. Pues él, sin duda el más experimentado de todo el paddock, tiene claro lo que ha sido el Gran Premio de Qatar.
O, más bien, el infernal Gran Premio de Qatar. Una prueba en la que todos han acabado sudando. Algunos, mareados. Otros, con problemas para bajarse del coche. Piastri, tumbado antes de la ceremonia del podio. Y Ocon, vomitando en su Alpine.
Él, como dijo, «sudado, muy sudado». Pero incluso aún descansando antes de pasar por los micrófonos de DAZN se sentía y se veía cómo fue de dura para él esta carrera en Losail.
«Muy dura físicamente, y además tuvimos problemas. Era un coche muy inestable y saltaba en el tema del agarre», cuenta.
«De las carreras más duras que he vivido»
Pero insiste: «Esta carrera ha sido una de las más duras que he vivido, sin duda».
«Con tantas paradas era siempre emocionante el intentar atacar a los demás, y mira, hemos sumado buenos puntos», sentencia.
Terminó sexto, y pudo acabar más arriba de no ser por una salida de pista que le hizo perder posición con Leclerc y con Russell. Fue la segunda, pues el Aston Martin, más descargado, logró más velocidad perdiendo estabilidad.
