Fernando Alonso guarda en el cajón de los grandes momentos esta temporada, pero no le duele reconocer que pudo saborear la victoria en un par de ocasiones. La de Zandvoort y el reinicio con lluvia fue una, la de Mónaco y seguir con lisas en vez de intermedias cuando llovió, como hizo Verstappen, la otra.
«Creo que era posible. Probablemente Mónaco fue el que más cerca estuvo, con una llamada para cambiar neumáticos. Quizás Zandvoort si estuviéramos en una posición diferente en ese reinicio», ha confesado el asturiano, que ya se encuentra de vacaciones tras los test de Abu Dabi.
«Probablemente tuvimos oportunidades de ganar aquí y allá, y sí, creo que nos lo merecemos más que nadie este año», insiste Fernando, que acumuló ocho podios sin que ninguno lograse cristalizar en victoria.
El bicampeón fue analítico tras analizar el tramo final de carrera y señaló algunos puntos a mejorar en el AMR-23. «Creo que necesitamos encontrar algo de coherencia. Tal vez uno de los puntos débiles fue que el coche tenía que funcionar en una ventana muy estrecha. Es lo mismo para todos, pero sería bueno si pudiéramos rendir siempre a un nivel estable el año que viene».
Y punto número 2, la velocidad punta, que les hacía ser uno de los peores en la cita de Abu Dabi. «Además, si podemos mejorar la velocidad en las rectas… Creo que ese fue, en términos de rendimiento, nuestro punto débil, ser siempre demasiado lento en las rectas.Si queríamos ser tan rápidos como los demás, necesitábamos bajar demasiado el alerón trasero, y luego terminamos lentos también en las curvas, así que ese fue probablemente el bucle del que no pudimos salir».
En el balance positivo de la valoración de la temporada, destacan varios puntos fueres. «El punto fuerte fue la degradación de los neumáticos; creo que los domingos el coche siempre va muy fuerte. La ejecución de la estrategia, la motivación del equipo… Somos un equipo feliz, somos un equipo joven y celebramos cada resultado como una victoria. Esta energía es importante conservarla para el próximo año».
