Fernando Alonso se siente más fuerte que nunca. Por primera vez en una década, el asturiano tiene en este 2023 un coche competitivo, y en Aston Martin ha encontrado el mejor ambiente posible para demostrar que, a sus 41 años, sigue siendo igual de rápido que cuando fue campeón del mundo en 2005 y 2006.
Tras regresar a la Fórmula 1 en 2021, el ’14’ vivió dos años decepcionantes en Alpine, en los que la falta de rendimiento del ponoplaza y las tensiones con la cúpula del equipo de Enstone y con Esteban Ocon hicieron que dentro de la estructura francesa se cuestionase su liderazgo.
Ese ambiente era radicalmente opuesto al que se ha encontrado este año al llegar a Aston Martin. El equipo sabe que el éxito de su proyecto pasa por sacar lo mejor del asturiano, y Fernando ha puesto todo su talento y su trabajo al servicio de la escudería de Silverstone.
Esta buena relación ha quedado patente en un acto con uno de los patrocinadores del equipo.
«Mi posición en el equipo es aprovechar mi conocimiento y mi experiencia para que todo el mundo en el equipo esté más unido y convertirnos en un equipo puntero en un futuro próximo«, aseguró Alonso.
El ovetense asegura que los dos años que pasó alejado de la Fórmula 1, en los que probó otras categorías, como la IndyCar, el Mundial de Resistencia y el Rally Dakar, le permitieron crecer como piloto y aplicarlo a la Fórmula 1.
«He mejorado. Tengo mejor resistencia y tengo experiencia en otras categorías, no sólo en Fórmula 1. Tengo otras cosas importantes que como piloto puedo aportar al equipo», explicó.
