Ferrari frena a su piloto más rápido

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Carlos Sainz tuvo un inicio fulgurante de carrera en Budapest, en apenas 600 metros pasó a Hulkenberg, a Checo y a Alonso, además de a los dos Alfa, para colocarse sexto, junto a la espalda de su compañero. Llevaba gomas blandas y Leclerc medias, por lo que parecía lógico era que le dejara pasar al ir con una estrategia distinta y ser más rápido de inicio.

Esta vez no hubo radios públicas. Lo que se habló no fue emitido por F1 TV y no se sabe si el piloto pidió adelantar a Leclerc. Carlos señala a sobreruedas.news que no estaba hablado de antemano nada de proteger a su compañero en la reunión previa a la carrera. «No, no, cada uno hace su carrera», comentaba tras la prueba.

Parece que en lugar de pasar a toda costa a Leclerc, Carlos prefirió, sabiendo que su juego no iría más allá de la vuelta 15, no comprometer la estrategia y extender cuanto pudiese su primer ‘stint’, cosa que logró hasta la vuelta 15. Leclerc, con medios iniciales, era quinto, tras ganar la posición de los dos Alfa, que se quedaron clavados en la salida y luego la liaron con los Alpine, pero su camino con esos neumáticos de salida llegó hasta la vuelta 17.

Una parada de 9,4 segundos

Y allí llegó el primer fiasco de Ferrari, una pistola que se quedó atascada y le costó al ’16’ una parada de 9,4 segundos, unos seis por encima de lo normal, lo que suponía que Sainz le ganaba inmediatamente la posición en pista.

Desde la vuelta 18 a la 43, con ambos SF-23 calzados con los duros, Carlos Sainz fue mejor en pista. Le iba abriendo poco a poco la distancia a Leclerc, pese a que éste contaba con el DRS a su favor y parecía que a partir de allí, se priorizaría al que marchaba por delante, pero nada de eso.

Un ‘undercut’ de libro, ¡entre compañeros!

El ‘undercut’ o atajo, es una maniobra que se usa para adelantarse en la parada al piloto que se persigue y tomarle la posición, aprovechando la pujanza de los neumáticos nuevos o de muy poco uso, por los desgastados del rival. Se utiliza sobre todo para ganarle la partida a otro equipo y rara vez dentro de la misma escuadra. Es verdad que McLaren lo hizo en Hungría con Norris, para darle el segundo de Piastri, pero es que luego el inglés demostró que era más rápido al meterle 10 segundos en pocas vueltas.

El caso de Ferrari era el contrario, Carlos era el más eficiente en ese momento, pero en la vuelta 43, llamaron primero a Leclerc, que estaba a dos segundos de Sainz. El motivo era compensar el agravio por la pistola rota en la parada anterior, y subsanar la injusticia. El Principe, como le apodan en Italia, es alérgico a la frustración por causa propia o ajena, como se vio en la era de Binotto y el que paga es Carlos, que tiene un espíritu de equipo inquebrantable y cuyas quejas son de caballero inglés del siglo XIX.

En Austria, tras ser despojado de un podio claro a su favor, lanzó lo más grueso en dos años y medio vestido de rojo; «A veces se te queda cara de tonto». Cuatro días después apareció en Silverstone desdiciéndose de sus quejas. «Me lo han explicado y entiendo las razones del equipo». Y entonces al que se le queda cara de tonto es al periodista que contó lo que vieron 500 millones de personas. Una doble parada absurda, un lastre de tiempo para el mismo de siempre y la imposibilidad de pasar siendo mucho más rápido en pista. Nada nuevo desde la llegada de Fred Vasseur el pasado enero.

Esta vez, sin queja alguna

Quizá porque le han leído la cartilla desde Spielberg o quizá porque ha visto que los lamentos caen en saco roto y además no le dejan en buen lugar. Carlos no calificó nada de lo sucedido en Hungaroring este domingo. «Supongo que le han hecho parar a él antes para compensar su mala parada. A mí me da igual ser séptimo que octavo, sino que mi coche vaya un segundo más rápido. Creo que lo estáis viendo de una forma conspiranoica y no es así. Él tuvo una parada lenta y han querido compensarlo. Para el equipo es igual acabar séptimo y octavo que octavo y séptimo», decía con calma.

Se olvida que él hubiera sido sexto sin ese cambalache de hacer pasar por delante a Leclerc, mientras que Russell hubiera sido séptimo y Leclerc octavo. En Ferrari cedieron puestos y puntos, lo que no deja de ser sorprendente.

Que renueve Leclerc a toda costa

Lo que se intuye, aunque no es algo confirmado, es que no quieren importunar para nada a Leclerc, que la prensa italiana y la directiva de Ferrari le quiere renovar como si hubiera ganado varios títulos y que Sainz no va a hacer la guerra por su cuenta. Con esta situación, Carlos está perdiendo algunos puestos (quizá un podio en Austria), pero un choque frontal sería impredecible. Su cara apagada y su gesto pensativo quizá hablan más de lo que pasa por su cabeza que sus declaraciones.

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