Hace no demasiado, Carlos Sainz destronaba a Red Bull y rompía una racha de 15 victorias consecutivas del equipo austriaco. Lo hacía en septiembre, en Singapur y con la sensación de que poco a poco empezaba a hacerse un hueco en la historia de la escudería italiana.
Todo apuntaba a que prolongaría su contrato en las próximas semanas, pero el ofrecimiento de Hamilton frenó todo y cambió el rumbo. El británico será piloto de Ferrari en 2025, saca de la ecuación a Sainz y agita un mercado de pilotos que de cara a esta temporada parecía más que tranquilo.