Tosha Schareina se ha coronado definitivamente como uno de los grandes. Después de ganar etapas en el Mundial e incluso rallies (el Desafío Ruta 40 cayó de su lado), ahora ha dado un paso más allá al imponerse en la más grande de todos ellos: el Dakar.
El valenciano, sin embargo, ha asumido su primer triunfo parcial en esta carrera con suma naturalidad. Con alegría… contenida: «Estoy súper contento por dentro, pero me lo guardo un poco para mí. Esto solo ha comenzado y va a ser muy largo, el Dakar más duro y largo de los últimos años», decía en el campamento de Al-Ula.
Eso sí, la confianza no le falta. Y no es de extrañar porque ha demostrado ya muchas veces que esto no es casualidad: «Claro que me lo creo. Desde siempre he luchado por esto y soy consciente de lo que me ha costado. El esfuerzo también es de los míos».
Un prólogo, a priori, poco propicio
Sin embargo, no esperaba tanto que este primer éxito llegase en el prólogo: «Tampoco me lo esperaba porque no es mi terreno idóneo, pero que haya salido bien te da alas y confianza para saber que que lo puedes hacer bien en todos los terrenos. Pero hay que estar con los pies en la tierra porque la verdadera carrera empieza mañana«.
Pero hoy, de momento, una muesca más en su carrera en una etapa a priori poco propicia: «Teníamos 120 motos por delante y era una etapa más larga de lo que estábamos acostumbrados y con más navegación de la esperada, en la que había que mantener mucho la concentración». Para mañana, otro reto: lanzarse al vacío de abrir pista en la primera etapa del Dakar 2024 .