Llegados a mitad de temporada, parece que el mundial de F1 está prácticamente encarrilado para un equipo y un piloto. Red Bull y Max Verstappen dominan de manera clara sus respectivas clasificaciones. El neerlandés acumula 99 puntos más que el segundo clasificado, en este caso su compañero de equipo, Checo Pérez. Mientras, en lo que respecta a constructores, la escudería austriaca tiene una ventaja de 208 puntos sobre Mercedes.
«El factor estable hasta ahora es que cada fin de semana parece que estamos en la cima, que por supuesto es lo más importante para nosotros», destaca Verstappen. El equipo ha hecho pleno de victorias en las diez carreras disputadas hasta ahora y si se tiene en cuenta la última cita de la pasada temporada, acumulan 11 triunfos consecutivos, igualando el récord histórico de McLaren en 1988.
Sus rivales, si es que los tienen, no han conseguido por el momento hacerles frente pese a incluir todo tipo de mejoras. Con este panorama, la próxima carrera tendrá lugar en el Hungaroring, un trazado en el que siempre puede haber sorpresas. En este sentido, Red Bull quiere estar preparado para lo que pueda pasar. «Hungría es una pista completamente diferente, pondremos algunas mejoras en el coche allí y esperamos que funcionen bien», señala el piloto.
El RB19 muestra una superioridad considerable respecto al resto de monoplazas de la parrilla, sin embargo, parece que desde el equipo aún ven margen de mejora. «Resistencia aerodinámica, baja velocidad, velocidad media, alta velocidad, efecto DRS, desgaste de los neumáticos… las mejoras actuarán en todas estas áreas», explica Verstapppen y puntualiza: «Eso es en lo que estamos trabajando. No estoy bromeando».
