Las aerolínea rusas sufren la falta de repuestos y la última en tener problemas en uno de sus principales destinos ha sido Red Wings dado que tiene dos de sus 3 Boeing B777 fuera de servicio actualmente, uno en Rusia y el otro en Turquía.
Turquía es uno de los pocos y más cercanos destinos a los que todavía pueden volar los rusos debido a las sanciones internacionales. Las compañías han tenido que cambiar el sur de Europa por principalmente Turquía como destino vacacional, por lo que han concentrado casi todos sus esfuerzos en cubrir la enorme demanda hacia este país.
El problema para las compañías rusas es que tienen muy complicado operar, incluso en Turquía. Algunas compañías de handling ya no les ofrecen servicios debido a las sanciones y, por supuesto, no pueden tener acceso a labores de mantenimiento o reparaciones por empresas turcas cuando sus aviones se encuentren ahí, aunque estos aviones estén averiados.
Y eso es lo que le ha pasado a Red Wings, puesto que dos de sus 3 Boeing B777-200ER estaban averiados el pasado fin de semana, dejando a más de 400 turistas rusos varados en Turquía durante más de 48 horas. Uno de los B777 tuvo que ser trasladado a Moscú y el otro fue reparado por la compañía en el propio aeropuerto de Antalya. Debido a la falta de medios, el vuelo se retrasó casi dos días.
A la vez que 400 personas estaban en Antalya, el avión que tenía que salir de Moscú con destino a la ciudad turca y que en un principio iba a recoger a los pasajeros varados que tenían como destino Ekaterimburgo, sufrió una avería en el sistema de refrigeración de uno de los motores.
Los pasajeros tuvieron que esperar más de 11 horas a bordo del avión, sufriendo momentos de pánico según ellos mismos publicaban en varios canales de Telegram. Finalmente la compañía tuvo que contratar los servicios de dos aerolíneas para llevar a Antalya a los pasajeros que esperaban en Ekaterimburgo y a Rusia a los que estaban en Antalya.
