Con las altas temperaturas de este verano los alimentos son más susceptibles a que las bacterias se reproduzcan en mayor escala debido al calor y la humedad, por lo que es necesario adoptar nuevos hábitos con respecto al manejo, preparación y preservación de los alimentos, debido a que pueden descomponerse con mayor facilidad provocando enfermedades, infecciones estomacales e intoxicaciones alimentarias.
“Entre mayor cantidad de agua tengan los alimentos, son más sensibles a malograrse rápidamente porque tienen un medio donde las bacterias, hongos y otros microorganismos se puede reproducir fácilmente. En este grupo se encuentran las frutas y verduras frescas, productos lácteos como leche, yogurt natural, queso fresco, carnes crudas y aves de corral”, afirma la Mg. Johanna León Cáceres, docente de Nutrición y Dietética de la Univ. Norbert Wiener.
En esta temporada de calor, es fundamental mantener la seguridad alimentaria y asegurarse de que los alimentos se conserven frescos y saludables. Por ello, la especialista brinda las siguientes recomendaciones para evitar que los alimentos se descompongan.
Planifica tus comidas: Para minimizar el tiempo en el cual los alimentos perecederos permanecen fuera del refrigerador y evitar que se descomponga. Para ello, divide en porciones el alimento y solo retira del congelador la cantidad que deseas consumir durante el día.
Planifica tus compras: Organízate y planifica la alimentación para saber las fechas en que harás compras y puedas darte el tiempo de lavar, limpiar, desinfectar, cortar y hasta cocinar los alimentos. Así aseguras una oferta alimentaria saludable e inocua, sobre todo en estos tiempos donde el calor nos juega en contra.
Descongela adecuadamente: Un descongelamiento seguro evita la proliferación de microorganismos. Lo idóneo sería no cambiar bruscamente la temperatura. De congelador debería pasar a refrigeración y puede tardar aproximadamente 12 horas. Otra opción más rápida sería empleando la función de descongelación en el microondas.
Congela correctamente los alimentos: Usa de aliado a tu congeladora. Congela los alimentos que no se vayan a consumir pronto para preservarlos. Esto ayuda a extender el tiempo de vida de alimentos tanto crudos como cocidos. Utiliza bolsas para congelar adecuadas y etiqueta los alimentos con la fecha de congelación para un fácil seguimiento.
Almacenamiento adecuado: Guarda los alimentos perecederos, como carnes, lácteos y productos frescos, en el refrigerador tan pronto como sea posible después de comprarlos.
Es recomendable que las carnes y alimentos perecederos se elijan al final durante la compra para reducir el tiempo que puedan estar fuera de refrigeración.