Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, tiene como próximo gran objetivo colonizar Marte. Y en el primer viaje al planeta rojo pretende llevar varios vehículos eléctricos de Tesla y robots humanoides Optimus.
El empresario estadounidense compartió en su red social X (suya literalmente después de gastarse 44.000 millones de dólares) la hoja de ruta para ir a Marte. Musk está «plenamente seguro» de que SpaceX enviará la primera nave espacial no tripulada de aquí a dos años. Es decir, en 2026.
Las misiones iniciales servirán para probar la viabilidad de los aterrizajes en el planeta vecino. No irán personas, pero sí llevarán una carga interesante: el cohete llevará Cybertrucks de Tesla y robots humanoides Optimus, estos últimos presentados hace escasos meses. Según Musk, esta será la carga del cohete en las primeras misiones a Marte.
Estas declaraciones surgen tras el sexto vuelo de prueba de Starship, una nave que Musk considera revolucionaria para la exploración espacial gracias a su diseño reutilizable. Sin embargo, SpaceX quiere ir más allá: quieren no sólo reutilizarla, sino que pueda hacerse de manera inmediata. Que el cohete haga su misión, aterrice en la Tierra, se llene de combustible y vuelva a despegar sin más reparaciones. Para conseguirlo, tienen que diseñar un escudo térmico totalmente e inmediatamente reutilizable. «Esa es la prueba de fuego», dijo ayer Musk en su perfil de X.
Una (o varias) Cybertruck a bordo del cohete más potente de la humanidad
La Cybertruck no es precisamente una carga ligera: pesa algo más de 3.000 kilos, aunque quizá las que Elon Musk quiere enviar a Marte no lleven batería, que es lo que más pesa. Al fin y al cabo, no podrán conducirse allí… Salvo que las intenten manejar desde la Tierra mientras dure la carga de la batería. Una posibilidad remota, pero que seguramente Musk haya pensado. No olvidemos que ya tuvo la idea loca de poner en órbita un Tesla Roadster…
En cualquier caso, eso no es nada para las 150 toneladas de carga que puede transportar la nave encargada de semejante viaje: la impresionante Starship. Un cohete colosal, el más grande la historia, y la máquina más potente jamás creada por la humanidad. Un increíble artilugio que tiene otro reto, además de llegar: llegar en correctas condiciones. Si todas las misiones no tripuladas aterrizan en Marte sin problemas y no incrementan el número de cráteres, se podrán enviar naves tripuladas (con humanos a bordo) en cuatro años, según Musk.
Tanto los vehículos como los robots jugarán un papel clave en la preparación para las misiones tripuladas, recopilando información valiosa y realizando tareas preliminares en Marte. El robot humanoide es capaz de realizar tareas similares a las humanas, y quien sabe si podría programarse para explorar la superficie marciana conduciendo una Cybertruck.
Los plazos de Musk suelen ser ambiciosos, por no decir demasiado optimistas. Muchos de sus planes se han acabado retrasando casi siempre, pero bien es cierto que, a excepción del nuevo Tesla Roadster, todos han acabado llegando. Marte está cada vez más cerca y un Tesla será el primer coche en visitarlo.