Antes de Les Puces, los traperos de Saint-Ouen
Después de la guerra de 1870, los traperos, atrapados fuera de París, construyeron las primeras ciudades de comerciantes en Saint-Ouen. Se les conocía como «crocheteurs», «chiftires», «biffins» o más poéticamente «pêcheurs de lune» ya que recorrían la ciudad durante la noche buscando objetos viejos tirados a la basura que después revendían en los mercados.
Nacimiento oficial en 1885
El nacimiento oficial del Mercado de las Pulgas fue en el año 1885.
Entonces la ciudad de Saint-Ouen se movilizó para sanear y dar seguridad al barrio. Los puciers, comerciantes del mercado, comenzaron a necesitar licencias para poder ejercer su actividad.. La prensa realizó varios reportajes pintorescos entre 1905 y 1914. Cada vez más parisinos acuden los domingos a este mercado, siguiendo así la tradición de pasear fuera de la ciudad.
El periodo de entreguerras y la formación de los primeros mercados
Después de la Primera Guerra Mundial la frecuencia de Les «Puces» eran tan alta que los hombres de negocios compraron terrenos a los alrededores de rue des Roisers, acondicionaron las calles y dotaron de agua y electricidad los puestos para así poder alquilarlos a precios elevados. Los primeros cuatro mercados que se crearon entre 1920 y 1938 fueron: Vernaison, Malik, Biron y Jules Vallès.
El ambiente de Les Puces: paseos de moda y cuna del «Jazz-Manouche»
Desde entonces se ha convertido en un lugar de moda donde la gente busca el ambiente del Mercado de las Pulgas conocido por sus cafeterías, bistrots, restaurantes y actividades de ocio. En la época, la nueva población obrera de Saint-Ouen frecuentaba los numerosos bistrots del barrio. Esta población se mezcló con otra, la de los gitanos que frecuentaban la zona con sus furgonetas y animaban el barrio con su música, el «Jazz-Manouche». Django Reinhardt tocó en esta zona y en las numerosas tabernas de los alrededores hasta llegar a Montmartre.
Primer mercado de antigüedades del mundo
Entre 1946 y 1991, otros 12 mercados abrieron sus puertas. El Mercado de las Pulgas (más conocido como Puces de Clignancourt), fue el primer mercado de antigüedades del mundo y es uno de los primeros lugares turísticos de Île-de-France.
El Mercado de las Pulgas de Saint-Ouen, su historia desde la creación hasta nuestros días
Revivir la historia del Mercado de las Pulgas de Saint-Ouen. Desde su creación a partir de 1870 cerca de París, hasta nuestros días..
Origen del nombre Mercado de las Pulgas
La historia quiso que un buscador de gangas desconocido, mientras contemplaba los escaparates de chatarra y viejos harapos, gritara: «doy mi palabra de que es un mercado de pulgas», eso quería decir que la mercancía que se vendía era cuanto menos dudosa y que la ropa vieja que revendían los traperos, probablemente se vendía con «pulgas incluidas». Pero fueron sobre todo los vendedores de postales, los que permitieron a este nombre pasar a la historia. De hecho, el nombre de «Mercado de las Pulgas» lo podemos ver escrito en varias postales.
Características de los mercados de pulgas
- Variedad de productos: Los mercados de pulgas suelen tener una amplia gama de artículos, lo que los convierte en destinos ideales para encontrar objetos únicos y especiales.
- Ambiente pintoresco: La mezcla de colores, olores y sonidos en un mercado de pulgas crea una atmósfera única que atrae tanto a locales como a turistas.
- Precios asequibles: Muchos visitantes acuden a los mercados de pulgas en busca de gangas y ofertas, lo que los convierte en lugares perfectos para aquellos que disfrutan de las compras económicas.
- Posibilidad de regatear: Es común regatear los precios, lo que añade emoción a la experiencia de compra.
- EN UN MERCADO DE PULGAS ES COMÙN ENCONTRAR:
- Antigüedades: Desde muebles hasta objetos decorativos, las antigüedades son uno de los mayores atractivos de estos mercados. Los coleccionistas buscan piezas únicas con historia y valor sentimental.
- Ropa vintage: La moda retro ha ganado popularidad en los últimos años, y los mercados de pulgas son el lugar perfecto para encontrar prendas únicas y con estilo.
- Artesanías: Los artesanos locales suelen vender sus creaciones en estos mercados, ofreciendo artículos hechos a mano que no se encuentran en tiendas convencionales.
- Objetos curiosos: Desde juguetes antiguos hasta utensilios extraños, los mercados de pulgas son ideales para aquellos que buscan piezas únicas que despierten su curiosidad.
