Estados Unidos ha puesto su mirada en cuatro grandes iniciativas de infraestructura y desarrollo en Perú, con el objetivo de fortalecer su presencia en sectores estratégicos y competir con la influencia china en el país.
La reciente inauguración del Megapuerto de Chancay, desarrollado por la naviera china Cosco Shipping, marcó un hito en las relaciones comerciales entre Perú y China. Este megaproyecto consolidó la influencia del gigante asiático en sectores estratégicos como la infraestructura portuaria y energética en Perú, y ha generado una respuesta activa de Estados Unidos, que busca fortalecer su presencia en nuestro país.
En este contexto, el ministro consejero político de la Embajada de Estados Unidos, Justin Davis, subrayó el interés de su gobierno por competir directamente con los megaproyectos chinos en Perú. Durante una reciente visita a Arequipa, Davis sostuvo reuniones con autoridades locales, entre ellas el gobernador regional de Arequipa, Rohel Sánchez, para discutir iniciativas de inversión en infraestructura y desarrollo regional.
Cuatro megaproyectos clave captan el interés de Estados Unidos
Entre las propuestas presentadas por las autoridades de Arequipa para captar inversión estadounidense destacan cuatro megaproyectos de gran envergadura. Estas iniciativas prometen un impacto económico significativo, así como mejoras en las condiciones de vida de la región:
1. Megapuerto de Corío
Ubicado en la provincia de Islay, este megaproyecto aspira a convertirse en un hub de transporte y comercio internacional, con capacidad para movilizar hasta 100 millones de toneladas de carga al año. El puerto incluirá infraestructura ferroviaria, aérea y una zona industrial y comercial. Este desarrollo busca aprovechar el potencial económico de Arequipa, que abarca la minería, la industria y la agricultura.
2. Planta de Hidrógeno Verde
El distrito de La Joya albergará esta innovadora planta en un terreno de 4.000 hectáreas. Con una inversión proyectada de 2.500 millones de dólares, la planta producirá 180 megavatios de energía limpia mediante la instalación de 3 millones de paneles solares. Este proyecto tiene el potencial de posicionar a Arequipa como un líder en sostenibilidad energética, generando un impacto positivo en la transición hacia combustibles sostenibles en el país.
3. Proyecto Integral Majes Siguas II
Este ambicioso megaproyecto agroindustrial busca habilitar 38.500 hectáreas de cultivos, además de modernizar la infraestructura de Majes I, que ya cuenta con 23.000 hectáreas. Asimismo, se planifica el diseño y construcción de una nueva ciudad con capacidad para albergar a 350.000 personas. El proyecto busca mejorar la seguridad alimentaria, incrementar la producción agrícola y generar empleo a gran escala.
4. Parque Industrial Minero Pampa de Cápac
Situado en Caravelí, este clúster minero contará con 20 plantas de beneficio polimetálico, procesando hasta 7.000 toneladas diarias de oro y cobre. Con una inversión inicial de 40 millones de dólares, el parque se perfila como un motor para el desarrollo del sector minero en Arequipa, generando empleo y potenciando la economía regional.
Un enfrentamiento de potencias
La competencia entre Estados Unidos y China por la influencia en Perú no es nueva, pero el impulso reciente de proyectos como el Megapuerto de Chancay ha intensificado la dinámica geopolítica en la región. Mientras China consolida su presencia mediante inversiones directas, Estados Unidos busca posicionarse con iniciativas que no solo fomenten el desarrollo económico, sino que también refuercen los lazos bilaterales entre ambos países.
La concreción de estos megaproyectos no solo beneficiará a Arequipa, sino que también podría tener un impacto transformador a nivel nacional. Desde la mejora en la conectividad logística hasta el desarrollo sostenible de la energía y la agricultura, estas iniciativas tienen el potencial de impulsar la competitividad de Perú en el mercado global.
Además, estos proyectos representan una oportunidad para equilibrar las influencias extranjeras en el país, fomentando una mayor diversificación de socios comerciales e inversiones estratégicas.
Con esta nueva etapa de interés estadounidense en Perú, el escenario está configurado para un enfrentamiento comercial y político entre las dos principales potencias del mundo, con el país andino como terreno clave para su competencia.