Lo de Japón, con los nuevos canales de refrigeración adicionales, sólo fue un anticipo de la gran mejora que introducirá Red Bull en su coche en las próximas carreras, seguramente en Canadá o Barcelona. Checo Pérez está expectante por ver lo que depara el Mónaco más incierto de los últimos años, pero también avisa a los que esperan que este año sea un Mundial diferente, a tres bandas, entre su equipo, el de Woking y el de Maranello.
«Creo que se (los rivales) están acercando mucho y tenemos que asegurarnos de hacer lo mismo, obtener una buena mejora. Todavía no hemos realizado una mejora masiva en el coche, por lo que parecen estar acortando distancias», ha afirmado en Montecarlo Checo, que tiene curiosisad por saber cómo será el fin de semana.
«También es genial, por otro lado, reo que todos queremos ver cómo se desenvuelven McLaren y Ferrari con un coche con el que son capaces de ganar carreras. Creo que es algo que será fascinante de ver», dice con cierta ironía, pues no escapa a casi nadie que Max Verstappen, con el McLaren en Imola, tambiñen se hubiese llevado la victoria.
Pérez, maestro en los urbanos
Si bien esta cita de la temporada pasada marcó el comienzo de una racha desastrosa para Pérez, con el accidente en el que casi todos los rivales se lanzaron a copiar el suelo, harto fotografiado, cuando el RB19 era izado por la grúa, el de Jalisco ganó el GP de Mónaco en 2022, donde acabó llorando con el himno en el podio..
Checo es un maestro en los urbanos, con trounfos en Singapur, Bakú o Jeddah, además de Mónaco y tiene la receta clara para el éxito «Creo que sé que todo se reduce al sábado. Si no estamos en primera fila o terceros, no tenemos posibilidades de ganar la carrera. Por eso es importante poder estar al menos en la primera o segunda fila», advierte sobre lo que debe pasar en calificación.
