«Estoy seguro de que esta no es mi última carrera con Red Bull», Checo Pérez se presentó en Holanda con el uniforme oficial del equipo hasta el final de año y sin dar demasiadas explicaciones sobre su situación y su futuro. En su opinión, su puesto como compañero de Vertappen nunca ha estado en cuestión de forma interna.
Según se insistió en muchos medios antes del parón del verano, la escuadra de Milton Keynes utilizó las tres últimas carreras para examinar al mexicano y pese a no lograr los resultados que supuestamente se le pedían, que eran estar muy cerca de Max o incluso superarlo, habría sido confirmado para seguir hasta el final de 2024.
Y todo ello se habría decidido en una reunión posterior a la última cita en Spa, el 29 de julio, después de la cual Christian Horner le trasmitió al resto de responsables que Checo tenía todo el respaldo para seguir. Eso se le preguntó este jueves al interesado de forma directa: ¿Hubo una llamada de Christian desde Helmholtz (sede de la marca en Austria), diciendo: ‘OK, vamos a seguir como estamos’, o no hubo nada porque siempre fue…?», le decía un periodista ayer.
Y Checo le cortó de inmediato. «Fue principalmente pura especulación. Creo que la reunión no tuvo nada que ver con los pilotos, porque todo se trataba del rendimiento (del coche). Creo que ya dije todo lo que tenía que decir sobre la especulación. Estoy totalmente comprometido con el equipo, tengo un contrato para los próximos dos años y estoy totalmente comprometido con Red Bull para cambiar las cosas. He dicho todo lo que tenía que decir», zanjaba un tanto cansado de la misma historia.
Algunas soluciones en marcha
Lo que sí confirmó el piloto es que en la fábrica ya tienen un diagnóstico claro de por qué el RB20 ha caído en rendimiento a partir de Miami (mes de mayo) y de que hay algunas soluciones posibles sobre la mesa para volver a mejorar respecto a McLaren y Mercedes en las 10 carreras que restan para el final.
«Hemos podido encontrar muchas cosas y creo que al menos sabemos dónde estamos con el coche en este momento. Ha habido una o dos mejoras que probablemente nos llevaron por el camino equivocado. Creo que mirándolo en retrospectiva, ahora sabemos exactamente cómo está funcionando el coche, lo cual es algo muy bueno porque creo que no estaba tan claro en las últimas carreras. Y si podemos arreglarlo y volver al nivel que teníamos antes, esa es otra pregunta. Pero creo que en ese sentido, es muy positivo», señalaba Checo, insistiendo en la deficiente evolución del RB20 a la que aludía Helmut Marko en la prensa alemana.
¿Un coche más adecuado a su estilo para estas 10 carreras?
«Sí, creo que sí. Creo que, especialmente con los problemas que hemos tenido, he estado luchando en esa dirección. No puedo entrar en demasiados detalles, pero muchos de mis problemas han sido en esa dirección. Es difícil explicar la cantidad de detalles, pero al principio del año era mucho mejor piloto que ahora. Sin duda, ha habido algunas cosas que no salieron como yo quería, que me estaban perjudicando más, y probablemente no estábamos sacando el máximo partido al coche en ese sentido».
