Red Bull tuvo su momento más difícil de la temporada en el Gran Premio de Singapur, donde el equipo de Milton Keynes nunca pudo obtener de su RB19 un rendimiento siquiera cercano al habitual en cada cita de la Fórmula 1 este año.
En medio de ese panorama, la situación fue aún más difícil para Sergio Pérez en comparación con su compañero de equipo, Max Verstappen.
El sábado, un problema en la entrega de potencia de su motor lo llevó a un trompo en su intento final de la Q2, lo que lo dejó 13º en la parrilla de salida, mientras que el domingo tuvo algo de daño en su monoplaza por un contacto con Yuki Tsunoda en la primera vuelta, a lo que luego se le sumó quedar detrás del Williams de Alexander Albon durante el período de virtual safety car cuando el tailandés regresó a pista tras una parada en boxes, lo que frenó el avance de Pérez en el momento en que el Red Bull podía tener mejor potencial.
El piloto mexicano finalmente recibió la bandera a cuadros en la octava posición, tres puestos por detrás de Verstappen, pese a recibir cinco segundos de penalización por un contacto posterior con Albon.
«La carrera 250 de Checo fue muy movida», comenzó Horner al ser preguntado por sobreruedas.news sobre la jornada del piloto mexicano en Singapur.
«Su carrera, al igual que la de Max, con la misma estrategia, se vio un poco perjudicada por la salida del coche de seguridad. Y luego tuvo mala suerte con un delta con Alex. Pero de nuevo, luchó para remontar y terminar octavo, desde donde empezó. Así que sí, un fin de semana duro para él. Pero de nuevo, otra sólida remontada», agregó.
El director de Red Bull consideró que el momento en que apareció el coche de seguridad tras el contacto con el muro del Williams de Logan Sargeant fue especialmente perjudicial para Verstappen y Pérez, quienes iniciaron con neumáticos duros a diferencia de los medios, que fueron los elegidos por la gran mayoría de la parrilla.
«Desgraciadamente, en la carrera, al salir con los duros, hicimos una apuesta estratégica, y la mejor forma de que esa carrera nos salga bien es que saliera un coche de seguridad al principio o un coche de seguridad más adelante en la carrera, y la vuelta en la que salió el coche de seguridad fue probablemente la peor vuelta posible para la estrategia que llevábamos», dijo.
«Les dio a los coches de cabeza o a los coches de delante de nosotros una parada gratis. Al mismo tiempo, al darnos la posición en pista, nos obligó a reiniciar la carrera con unos neumáticos muy difíciles de calentar, después de haber dado más de 20 vueltas», explicó Horner.