La permanencia de Sergio Pérez en Red Bull, según la creencia popular, depende de su rendimiento en las dos próximas carreras del calendario de Fórmula 1: los grandes premios de Hungría y Bélgica.
Si Pérez rinde, corrigiendo su pésima racha de 15 puntos en las últimas seis carreras, ahorrará un considerable quebradero de cabeza a la dirección de Red Bull. Esta es la opción preferida del equipo, ya que proporciona al piloto mexicano una perspectiva mental positiva con la que afrontar las vacaciones de verano, y evita al equipo tener que incorporar a un nuevo piloto.
En el caso de que su bajo desempeño continúe, Red Bull tiene que tomar una decisión, una de las cuales es la difícil de deshacerse de sus servicios y traer a alguien más. Para 2024, eso probablemente signifique promocionar a uno de los pilotos de RB o darle una oportunidad a Liam Lawson ahora que ha tenido experiencia con el RB20 en un test.
Para 2025, encontrar un sustituto es una tarea algo más fácil, ya que sigue habiendo pilotos de gran calibre en el mercado. En el caso de que Checo Pérez se quedara fuera, Carlos Sainz encabeza la lista de posibles sustitutos, pero no se podrá recurrir a los servicios del español hasta 2025.
Pero ya hemos pasado por todo esto antes. Hemos analizado las opciones que tiene Red Bull para este año y el próximo, pero no las implicaciones para el propio Pérez.
En última instancia, Pérez todavía debería tener un futuro en la F1. Aunque sus acciones pueden haber sido dañadas por un año difícil en Red Bull, tiene suficiente crédito en el banco para conseguir un coche en otro lugar si desea permanecer en el campeonato. Antes que él, Pierre Gasly y Alex Albon sufrieron periodos igualmente tormentosos en Red Bull, pero aun así encontraron un hogar fuera del establo del fabricante de bebidas energéticas.
Pérez también tiene pedigrí en su carrera anterior a Red Bull. No olvidemos sus actuaciones estelares con Sauber y Force India/Racing Point, donde se podía confiar en él para aprovechar condiciones y situaciones atípicas y conseguir podios ocasionales contra las mejores máquinas de la parrilla.
En aquellos días, se le concedió la reputación de «ahorrador de neumáticos», un elogio que se ha desvanecido bastante frente a Max Verstappen en maquinaria de vanguardia. En cualquier caso, es una habilidad que conserva hasta cierto punto y que sería más valiosa para los equipos que intentan estrategias más salvajes para entrar en los puntos.
En una carrera punto a punto, Pérez siempre iba a luchar contra Verstappen; el holandés es el mejor piloto de la parrilla y, cuando lidera, se fija un objetivo de ritmo y sabe exactamente cómo llevar los neumáticos para adaptarse a él. Pérez no tiene esa particular gestión de neumáticos en su arco; sus habilidades radican en gran medida en mantener los neumáticos vivos mientras empuja en el contexto de las batallas del centro de la parrilla. El Gran Premio de Canadá de 2012 es un ejemplo de ello, donde alargó un stint con un compuesto más duro para que la carrera fuera a una sola parada, y así fue recompensado con el tercer puesto.
Los neumáticos Pirelli son menos caprichosos que a principios de la década de 2010, pero sus habilidades, no obstante, ofrecen a los equipos del mediocampo un elemento de latitud estratégica. ¿Esperas un stint largo para superar una batalla congestionada en el mediocampo? Déselo a Pérez, él lo solucionará. Su primera victoria en Sakhir 2020 también siguió esa línea: salió de la trampa de grava tras el contacto con Charles Leclerc y se abrió camino a través del orden con sólo una parada más después de entrar al final de la primera vuelta.
La retroalimentación técnica con los conocimientos acumulados en Red Bull también puede ser vista por los equipos del mediocampo como una oportunidad para reclamar una ventaja frente a sus rivales inmediatos. Puede que sólo quede un año del actual reglamento, pero Pérez puede indicar las áreas en las que un equipo de la parte baja de la clasificación puede tener carencias en comparación con uno de la parte alta.
En cuanto al rendimiento, la menor presión en el centro del campo le quitaría un peso de encima, y Pérez podría descubrir que es capaz de producir conducciones más consistentes sin el creciente escrutinio que pesa sobre él. Tendrá menos oportunidades de ganar carreras pero, para ser franco, esas oportunidades no se presentan del todo en este momento.
Pérez, si Red Bull decide no retenerlo, tendrá que encontrar un nuevo hogar rápidamente si quiere permanecer en la F1, ya que las opciones están disminuyendo rápidamente.
Alpine, Williams y Sauber parecen ser las opciones más adecuadas para él. Esteban Ocon se está acercando al asiento vacante de Haas y, aunque Pérez podría ser pensionado a RB junto a Tsunoda para mantener contentos a sus patrocinadores mexicanos, uno sospecharía que a Pérez no le gustaría la posibilidad de ser descartado por Lawson o por gente como Isack Hadjar.
