El Gran Premio de São Paulo pone fin a la larga gira de Fórmula 1 por las Américas, con carreras consecutivas en Austin, Ciudad de México e Interlagos, todas ellas espaciadas por intervalos de siete días.
Estos tres circuitos están conectados por un mismo hilo, en este caso, uno muy oscuro: el asfalto nuevo. Ahora bien, mientras Austin y Ciudad de México sólo han renovado algunas secciones de su trazado, en São Paulo se ha cambiado por completo, incluyendo tanto los 4,309 kilómetros de pista como la calle de boxes.
Las obras se han completado recientemente, y tras su finalización se ha limpiado el asfalto a fondo con un sistema de lavado a presión que ha eliminado el brillo característico del betún nuevo, lo cual ha incrementado la abrasión de la superficie. De este modo, este aspecto será un factor completamente desconocido para pilotos y equipos este fin de semana.
Para complicar aún más el rompecabezas, Pirelli desplazará una gama de compuestos más blanda que la temporada pasada: el C3 será el Duro, el C4 el Medio y el C5 el Blando. Y estamos en un fin de semana de Sprint, por lo que los equipos sólo dispondrán de una sesión de libres para encontrar la mejor configuración de sus monoplazas –si bien , como se vio en Austin, la carrera corta puede ser muy útil para ajustar el equilibrio del coche de cara al Gran Premio.
En Interlagos, las fuerzas laterales y longitudinales que ejercen sobre los neumáticos sus 15 curvas son de intensidad media a baja y están bien distribuidas entre ambos ejes. Ahora bien, dado que el nuevo asfalto puede reducir los tiempos de vuelta, el estrés consiguiente al que pueden verse sometidas las gomas podría aumentar.
El fin de semana en Brasil suele ofrecer un espectáculo vibrante. El circuito, nombrado en honor a José Carlos Pace, ofrece numerosas oportunidades de adelantamiento, pero también viene de la mano de otros factores impredecibles, como la alta probabilidad de coche de seguridad o una meteorología extremadamente variable, lo que convierte al Gran Premio de este fin de semana en uno de los más inciertos y difíciles de prever.
En condiciones normales, la estrategia más rápida es a dos paradas, favoreciendo el uso de compuestos más blandos. El año pasado, todos los pilotos menos uno optaron por comenzar con los blandos, pero una bandera roja tras la salida permitió a todos cambiar a medios antes de terminar la carrera con otro juego de blandos.
Esta temporada, el hecho de que los compuestos sean un paso más blandos podría abrir un mayor abanico estratégico, haciendo la carrera aún más emocionante.
El circuito de Interlagos ha albergado 40 Grandes Premios, aunque sólo los últimos tres han llevado el nombre de la ciudad paulista. Los 37 anteriores se celebraron bajo el nombre de Gran Premio de Brasil, carrera que también se disputó en diez ocasiones en el circuito de Jacarepaguá, en Río de Janeiro.
El piloto más exitoso en Brasil es Alain Prost, con seis victorias en su haber, aunque sólo una en São Paulo, pista donde Michael Schumacher ostenta el récord con cuatro triunfos. Ayrton Senna encabeza la lista de pole positions, con seis, divididas equitativamente entre ambos trazados.
En Interlagos, otros cuatro corredores han logrado igualar las tres de Senna: sus compatriotas Felipe Massa y Rubens Barrichello, y Mika Häkkinen y Lewis Hamilton. En el capítulo de equipos, McLaren es el más exitoso, con 11 victorias, aunque Ferrari es el que ha celebrado más triunfos en Interlagos, un total de nueve.
La formación inglesa también lidera las pole positions en este evento, con 11, así como en el circuito de este fin de semana, con nueve.
Este año marca el 30º aniversario de la trágica muerte de Ayrton Senna y, al igual que en Imola en mayo, Interlagos acogerá actos de recuerdo y homenajes. Pirelli participará, de la mano del Instituto Senna, subastando una versión especial del Pole Position Award con los colores nacionales de Brasil y el logo del legendario piloto brasileño.
Además, como en cinco carreras anteriores de esta temporada, se producirá una edición especial de la gorra de podio de Pirelli, también en los colores de la bandera nacional y con el logo de Senna, en homenaje a un corredor recordado no sólo por los brasileños, sino por toda la afición a la Fórmula 1.