Historia del circuito
El acuerdo para acoger la Fórmula 1 en Melbourne se cerró en 1993, con la decisión de crear un circuito utilizando una mezcla de las carreteras existentes alrededor del Albert Park de la ciudad -principalmente Aughtie Drive y Lakeside Drive si te apetece conducirlo tú mismo- con un pequeño desvío a través del aparcamiento del estadio Lakeside.
Al tratarse de una instalación provisional, Albert Park puede estar bastante bacheado -aunque el reasfaltado para 2022 sin duda mejorará las cosas-, mientras que el circuito al principio del fin de semana suele estar resbaladizo y se va engomando a medida que avanzan las sesiones. También es un circuito que requiere un chasis bien puesto a punto, con varios puntos en la pista en los que los pilotos necesitan un tren delantero reactivo que les permita lanzarse en las curvas. Melbourne es también una de las pistas más rápidas del calendario, con la vuelta de la pole de Lewis Hamilton en 2019 establecida en una media de más de 235 km/h.
Primer GP
Solo cuatro meses después de que Adelaida celebrara su último Gran Premio de Australia a finales de 1995, los equipos de Fórmula 1 volvieron a Australia para el primer Gran Premio de Melbourne a principios de 1996. Esa carrera se recuerda sobre todo por el infame accidente de Martin Brundle con el Jordan en la curva 3, después de lanzarse desde la parte trasera del Sauber de Johnny Herbert.