Ser el mejor de todos los tiempos. Serlo, al menos, en cuanto a títulos. Es lo que lleva persiguiendo Lewis Hamilton desde su séptimo Mundial en 2020. Es lo que lleva sin lograr desde hace tres años. Es lo que quiere, también, Max Verstappen. Porque el neerlandés de Red Bull también persigue a Michael Schumacher. También persigue ese siete. También quiere ese número mágico.
Un número al que solo dos han llegado. Al que él quiere sumarse. De momento ya lleva tres, tres tras un sprint de Qatar en el que, a sus 26 años, ya se puede llamar a sí mismo tricampeón.
Es el segundo más joven en conseguirlo, después de que Sebastian Vettel, con otro Red Bull dominador, se hiciese con ese título de 2012 frente al Ferrari de Fernando Alonso.
«Podría igualar el récord de Schumacher…»
El germano, después de ese año, reeditó título en 2013 para no volver a ganar, ni a pelear, por un solo Mundial más hasta que se retirase el pasado año… pero Verstappen no teme a nada.
«Podría igualar el récord de Schumacher, pero la F1 es muy rara. Con un coche ganador podemos lograrlo… pero es un reto complicado», cuenta.
Bien sabe que depende y no precisamente poco de la máquina: «A veces necesitas algo de suerte, y estar en un equipo ganador en todo momento».
«Ha sido el mejor Mundial de todos»
De momento, ya tiene el tercero: «Ha sido el mejor título de todos, en términos de rendimiento y de dominio».