Sergio Pérez fue de los primeros pilotos en salir a la pita cuando se puso en macha el tercer y último entrenamiento libre para el Gran Premio de Italia en el circuito de Monza, y luego fue el primero en ponerle fin a su actividad en la FP3 de forma temprana y repentina.
El piloto mexicano se aprestaba para regresar al circuito ya entrados en los 15 minutos finales de la tercera práctica, una vez concluida la etapa de simulacro de carrera, pero debió quedarse en el garaje de Red Bull porque su coche presentó un problema mecánico.
Según se supo, el monoplaza RB19 Nº11 sufrió una pérdida de fluido en la parte trasera de su unidad de potencia y tenía a los mecánicos de Red Bull Racing trabajando para tratar de solucionar la situación.
Al no poder salir a la pista en los minutos finales, cuando se dieron los mejores tiempos de la sesión, «Checo» Pérez se vio relegado hasta la décima posición final en una práctica que tuvo a Carlos Sainz como el más rápido por 0s086 sobre Max Verstappen.
Con dos horas y media entre el final de la FP3 y el comienzo de la sesión de clasificación, resta por ver cuánto tiempo le llevará a Red Bull reparar el coche de Pérez y si le será necesario un cambio de motor.
Por otro lado, la ausencia en el cierre de la sesión privó al mexicano de tener un contacto con la pista para realizar los últimos simulacros de vueltas rápidas antes de la clasificación, algo que sí pudieron hacer sus rivales.
Habrá que ver cuánto afecta esto las chances de Pérez a la hora definir las posiciones en la parrilla, si bien al final del viernes se había mostrado muy confiado con el rendimiento de su monoplaza.
«Lo positivo es que el coche está rindiendo bien, me siento cómodo con él y creo que estamos en una buena posición para el resto del fin de semana. Sentí que tuvimos un viernes muy fuerte. Este ha sido el mejor viernes en mucho tiempo para nosotros», aseguró al final de la FP2 de ayer.
