Inaugurada en 2016, la planta de motores que hace parte del complejo industrial de Toyota en la localidad de Porto Feliz en Brasil, está celebrando un importante hito de producción. Tras siete años de operaciones, alcanzó la cifra de un millón de unidades fabricadas.
Es la fábrica de motores de la firma japonesa más joven en todo el mundo. Además de sustentar la producción local de vehículos en Brasil que abastece otros mercados de la región, parte de estos propulsores son exportados a Estados Unidos.
Todos los procesos como fundición, mecanizado y montaje de los motores se realizan en el mismo edificio, haciendo más eficiente la cadena de producción. Resultados que se han reflejado en la calidad de los productos y en el volumen de unidades.
Para determinar su exportación a Estados Unidos, los motores fueron sometidos a una lista de pruebas de durabilidad, eficiencia y control del emisiones. Aprobado todo lo anterior, hasta el día de hoy se han enviado 17.000 unidades.
La proyección es que sean 45.600 unidades enviadas con destino al mercado norteamericano. En cualquier caso, los propulsores son utilizados en modelos como Corolla y Corolla Cross. Próximamente también construirá un bloque para equipar a Toyota Yaris Cross.
“Este es un hito impresionante para nosotros. Además de equipar automóviles producidos aquí y vendidos regionalmente, también exportamos motores ‘made in Brasil’ a América del Norte”, dijo Masahiro Inoue, director ejecutivo de Toyota para América Latina.
