La temporada 2024 está entrando en su fase final, con todavía seis fines de semana de carreras por delante en lo que es una lucha abierta por el campeonato del mundo con mucho que contar. Sin embargo, con el campeonato llegando a su fin, también se empieza a mirar al futuro: los equipos ya están trabajando en los monoplazas del año que viene, al igual que Pirelli está ocupada en dos frentes, a saber, la definición de los neumáticos de 2025 y el estudio de los neumáticos para 2026, cuando la Fórmula 1 se sumerja en una revolución técnica.
Pirelli ya está activa en ambos frentes, habiendo probado los primeros prototipos para el próximo ciclo técnico el pasado mes de septiembre con Aston Martin en Barcelona. El objetivo principal no era sólo verificar la calidad de los primeros prototipos, sino también comprobar la correlación de las simulaciones con el coche maqueta, ya que será difícil reproducir la forma en que se desarrollará la carga con los futuros monoplazas.
De hecho, los coches de 2026 ya no harán del efecto suelo un elemento central desde el punto de vista del rendimiento y de la forma en que se genera la carga, sino que verán la introducción de la aerodinámica activa para poder adaptarse a los requisitos de baja resistencia al avance de las futuras unidades de potencia. Desde este punto de vista, los neumáticos también desempeñarán su papel: el diámetro seguirá siendo el mismo, 18 pulgadas, pero las dimensiones se revisarán ligeramente para reducir el peso y tener una menor superficie expuesta al viento, reduciendo así la influencia en el plano aerodinámico.
Mientras la FIA ha estado trabajando para tratar de intervenir sobre las dudas planteadas por los equipos tras la presentación del primer borrador, entretanto Pirelli ha seguido adelante con la fase de pruebas de sus prototipos, sobre todo teniendo en cuenta que un año puede parecer todavía mucho tiempo, pero en realidad hay mucho que trabajar entre bastidores para llegar en las mejores condiciones posibles. Junto a la preparación virtual de los neumáticos con sistemas de fábrica que permiten experimentar sin salir a pista, por otro lado es crucial contar con referencias reales, por lo que Pirelli ya ha dispuesto este año de un número determinado de días para probar sus productos, que el año que viene se elevará a 40 jornadas de pruebas con todos los equipos.
Como ya ocurrió en el pasado, cuando Pirelli estuvo a punto de afrontar la revolución de los neumáticos de 2017, más grandes y pesados, así como la de los de 2022, que incluían una medida diferente, también en esta ocasión los monoplazas pueden modificarse para ayudar al fabricante milanés durante el desarrollo. En 2017, por ejemplo, se permitió a los equipos utilizar alerones traseros más grandes y crear dispositivos aerodinámicos para simular las mayores cargas de la nueva normativa, mientras que para 2022, los equipos modificaron la suspensión para adaptarse a los requisitos de las ruedas de 18 pulgadas.
Para las pruebas de cara a 2026, la FIA aprobó el uso de monoplazas modificados que utilicen chasis construidos con el reglamento técnico de cualquiera de las cuatro temporadas anteriores a la actual, es decir, de 2020 a 2023. Esto incluye también los coches de pretemporada que, desde ciertos puntos de vista, deberían acercarse más a lo que serán las futuras normas. Partiendo de la base ya conocida, los equipos han podido realizar cambios para adaptar los monoplazas a lo que exige Pirelli.