Esta es una fórmula que nunca falla y la que muchos fabricantes utilizan para actualizar sus motos, al tiempo que pueden cumplir las cada vez más exigentes normativas antipolución.
Y es la fórmula que ha usado KTM con la última de su moto más salvaje y deportiva, la Super Duke R, ahora en versión 1390.
No sólo se ha montado un motor más potente en una base conocida: se han modificado importantes componentes de la parte ciclo, y su estética ha ido un paso más allá, por si la actual no fuese lo bastante extrema. Pero vayamos por partes.
El bicilíndrico en V a 75º crece hasta los 1.350 c.c., con unas cotas internas de 110×71 mm. Es decir, se mantiene la misma carrera, pero se aumenta el diámetro, que en la 1290 es de 108 mm. El embrague sigue siendo hidráulico, en baño de aceite y antirrebote. Ahora hay un nuevo sistema Cam Shift de distribución variable, integrado en la culata, que ajusta el tiempo de apertura de las válvulas en función del régimen de giro.
Se declaran 140 kW, lo que significa 190 CV a 10.000 rpm y 145 Nm de par a 8000 rpm. Son 10 CV y 5 Nm más que en la 1290.
El chasis es el mismo multitubular de acero que usa el motor como parte estructural, o casi: KTM cuenta que ha habido algunos ajustes, sin especificar cuáles.
Suspensiones semiactivas
Hay un nuevo amortiguador WP APEX totalmente regulable, que permite ajustar por separado la compresión a alta y baja velocidad, la extensión y la precarga sin necesidad de herramientas. Los ajustes mejorados del DCC proporcionan un mejor equilibrio de la presión, lo que se traduce en un menor compromiso entre la comodidad y el rendimiento de las suspensiones, mientras que la nueva horquilla WP APEX de cartucho abierto de 48 mm con función dividida cuenta con unos ajustes optimizados. El recorrido es de 125 y 140 mm delante y detrás respectivamente.
La gestión de las suspensiones corre a cargo de la última generación de la Tecnología Semi-Activa de WP (SAT). Cuenta con unas válvulas magnéticas controladas electrónicamente que ofrecen una amortiguación variable, proporcionando una amplia gama de ajuste.
Aquí, la SCU (Unidad de Control de la Suspensión) adapta los índices de amortiguación mediante las válvulas magnéticas en tiempo real, leyendo la superficie del asfalto y el estilo de pilotaje para ajustar automáticamente las suspensiones sobre la marcha.
Los discos delanteros son de 320 mm, con pinzas radiales monobloque de cuatro pistones Brembo Stylema, con bomba radial MCS.
Las llantas de aleación montan ahora los nuevo Michelin Power GP.
Tanto la KTM 1390 Super Duke R como la KTM 1390 Super Duke R Evo estrenan unos modos PERFORMANCE y TRACK actualizados, con cronómetro de vueltas y estadísticas de telemetría, así como Control de Freno Motor opcional y un módulo de suspensión PRO actualizado en la Super Duke R Evo (opcional en la R).
Estética: Particular como ella sola…
Las KTM se diseñan en el centro Kiska, próximo a la factoría de Mattighofen. Y ya sabemos que las motos austriacas tienen un estilo propio, extremo, de esos que amas u odias. Personalmente me recuerda mucho a un ‘transformer’, más si se hace un caballito con ella. Diferente lo es, y para gustos, colores…
Si la anterior Super Duke ya era muy particular, esta 1390 va un paso más allá todavía. Desaparece el faro en forma de escudo partido y se sustituye por dos pequeñas ópticas LED apiladas, metidas dentro de un marco con la forma del antiguo faro y este marco monta los LED de la luz de día, cuya intensidad se ajusta automáticamente en función de las condiciones de luz ambiental gracias a un sensor de luz.
También el depósito ha ganado 1,5 l de capacidad (ahora tiene 17,5 l) gracias al nuevo airbox, y en los laterales hay unos nuevos alerones insertados.
El manillar es más bajo, para mejorar el control y cargar más peso delante.
