A simple vista, utilizar una superbike para adentrarse en las dunas puede resultar ilógico. Pero, en manos del freestyler urbano Aaron Colton la cosa puede cambiar. Con un neumático delantero de tacos (Bridgestone S23 en medida 200/55-17) específico más otro trasero artesanal de «palas» para escarbar (basado en un Bridgestone Battlax AX41), un escape SC Project de acero, un subchasis alargado, algunos retoques y las manos de un crack todo es posible. La suspensión full-Öhlins luce por derecho propio pero, con ese recorrido, ¿cómo es posible?
En la cuenta de Instagram de @aaroncolton hay varios vídeos donde el piloto americano demuestra que su R1 bien podría participar en cualquier campeonato de carreras en playa… por lo menos para adjudicarse el Holeshot.
Según Colton: «Construir esta R1 fue una experiencia increíble. Había querido documentar la construcción de una Superbike durante mucho tiempo. ¡Los comentarios de apoyo de todos a lo largo del proceso han sido constantes! El destino original no era el habitual, pero eso es lo que hizo que este proyecto fuera único. La idea de darle vida a este proyecto surgió en la Indy 500, después de entablar una relación con el equipo de Dunestars. Fueron buenos anfitriones durante todo el proyecto, que aterrizó en Michigan. ¡Tenía una sonrisa en mi rostro cada minuto que anduve en Silver Lake! No recuerdo la última vez que gasté dos tanques de combustible en un día. Se construyó otro juego de ruedas para esto y no será ajeno al asfalto en futuros proyectos de drift, pero quién sabe, Glamis está a solo unas horas de distancia».
¿Quién dijo que una superbike no vale para todo?
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