El mercado de autos de lujo, que se conoce por su exclusividad y altos niveles de personalización, se enfrenta a un nuevo reto: la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos. Estas tarifas, que pueden alcanzar hasta un 25%, incrementan significativamente el precio de vehículos ya costosos, afectando tanto a fabricantes como a consumidores.
En tal sentido, marcas como Ferrari, Jaguar, y Porsche ya han tomado acciones para enfrentar estos desafíos. Por ejemplo, Ferrari decidió asumir parte del sobrecosto arancelario incrementando en un 10% los precios de algunos de sus modelos más vendidos en EE.UU. Benedetto Vigna, CEO de Ferrari, enfatizó la importancia de respetar a sus clientes.
Por lo anterior, destacó que «cuando consideramos al cliente, consideramos que, para comprar un Ferrari, estas personas tienen que trabajar. Tenemos que respetarlos. Porque para nosotros, lo más importante es el cliente. Por eso, debemos asegurarnos de tratarlos correctamente«.

Más acciones de fabricantes de lujo
Porsche, parte del grupo Volkswagen, está considerando trasladar parte de su producción a las instalaciones de Volkswagen en Chattanooga, Tennessee, para mitigar el impacto de los aranceles. Oliver Blume, director ejecutivo de Volkswagen, señaló la estrecha colaboración entre ambas marcas como una ventaja en esta situación.
Mientras que Lamborghini, cuya producción depende en gran medida de componentes europeos, enfrenta desafíos adicionales para trasladar su fabricación. Stephan Winkelmann, CEO de Lamborghini, mencionó que la empresa está evaluando diferentes escenarios para abordar el impacto de los aranceles y mantener su posición en el mercado estadounidense.
Por su parte, Rolls-Royce ha optado por mantener su producción en Europa, confiando en que sus clientes, acostumbrados a altos niveles de personalización y precios elevados, absorberán el incremento de costos derivado de los aranceles.
Finalmente, como ya lo había informado EL CARRO COLOMBIANO, Jaguar Land Rover decidió detener temporalmente sus envíos a EE.UU. para evaluar el impacto financiero de los aranceles y desarrollar estrategias que permitan continuar operando en el mercado estadounidense sin comprometer su rentabilidad.
Impacto en el sector
Es de anotar que estas medidas arancelarias llegan en un momento en que muchas marcas de lujo buscaban expandirse en el mercado estadounidense para compensar la disminución de ventas en otras regiones, como China. La imposición de aranceles complica estos planes y obliga a los fabricantes a replantear sus estrategias para mantener su competitividad y presencia en el país norteamericano.
Así las cosas, la industria automotriz de lujo se encuentra en una encrucijada debido a las políticas arancelarias de EE.UU. Cada fabricante está adoptando estrategias distintas para enfrentar estos desafíos, desde aumentos de precios hasta la reubicación de la producción. Por lo pronto, lo único que queda es observar cómo estas decisiones afectan la percepción de las marcas y la lealtad de los clientes en el mercado estadounidense.