La decisión del presidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles del 25% a las importaciones de vehículos desde México y Canadá, vigentes desde esta semana, ha sacudido los mercados bursátiles europeos y amenaza con alterar el panorama de la movilidad sostenible. La medida, justificada por la Casa Blanca en base a la lucha contra el tráfico de fentanilo y la seguridad fronteriza, no solo ha desatado tensiones diplomáticas, sino que ha golpeado directamente a los grandes fabricantes de automóviles.
Trump confirmó el lunes que los aranceles entrarían en vigor tras acusar a ambos países de no avanzar lo suficiente en el control del fentanilo. México, bajo el mandato de Claudia Sheinbaum, respondió anunciando medidas arancelarias y no arancelarias, mientras Canadá, a través de su ministra de Exteriores Mélanie Joly, advirtió de represalias comerciales. Paralelamente, la Casa Blanca elevó los aranceles a China del 10% al 20%, ampliando la guerra comercial global.
El desplome de los gigantes europeos en Bolsa
El sector automovilístico europeo, clave en la transición hacia la electrificación, ha sido el más afectado. Este martes, las acciones de Stellantis (propietaria de marcas como Jeep, Fiat y Chrysler) cayeron un 10,16% en Milán, arrastradas por su alta dependencia de las plantas en México y Canadá. Según Scope Ratings, casi la mitad de sus ventas (46%) dependen del mercado estadounidense, lo que la sitúa en una posición crítica.
Volkswagen Group, otro líder en vehículos eléctricos, registró una caída del 4,22%, con un 21% de sus ventas vinculadas a EE.UU. La firma alemana, que produce modelos como el ID.4 en Norteamérica, podría perder hasta 1.770 millones de euros si los aranceles se mantienen, según cálculos de Bloomberg.
Las marcas prémium tampoco escaparon: BMW (-5,89%) y Mercedes-Benz (-4,81%) sufrieron pérdidas significativas, pese a que su exposición a México es menor. Mientras tanto, Renault Group, menos dependiente de EE.UU., cayó un 4,61%. En conjunto, el índice europeo STXE 600 Auto&Parts se hundió un 5,41%, reflejando la incertidumbre del sector.

Vehículos eléctricos e híbridos: ¿subidas de precio en el horizonte?
El impacto más preocupante para los consumidores podría traducirse en un aumento de los precios de los vehículos, incluidos los eléctricos e híbridos. Bloomberg estima que, si los aranceles se trasladan íntegramente a los compradores, los costes podrían incrementarse entre 5.600 y 9.500 euros por unidad. Esto afectaría especialmente a modelos populares como los SUV eléctricos de Stellantis o los ID de Volkswagen, muchos de los cuales se ensamblan en México para abaratar costes.
Además, la medida amenaza con ralentizar la transición verde. Fabricantes como Volkswagen ya invertían fuertemente en electrificar su gama, pero los aranceles podrían forzar recortes en I+D o retrasos en lanzamientos. «Los gravámenes complican la ecuación económica de producir vehículos sostenibles a precios competitivos», advierte un analista de Scope Ratings.
Ante el escenario, las estrategias varían:
- -Stellantis, con 417.000 vehículos importados a EE.UU. desde México y Canadá en 2024, evalúa trasladar parte de su producción a suelo estadounidense para evitar aranceles.
- -BMW, que fabrica el Serie 3 en San Luis Potosí (México), podría priorizar sus plantas en Carolina del Sur (EE.UU.) para modelos eléctricos.
- -Volkswagen y Mercedes, con fábricas en EE.UU., podrían acelerar la localización de baterías y componentes críticos, una tendencia ya impulsada por las leyes *Made in America*.
El conflicto comercial subraya la fragilidad de las cadenas globales, claves para vehículos eléctricos que dependen de minerales como el litio o el cobalto. México y Canadá no solo son centros de ensamblaje, sino también proveedores de componentes. Un endurecimiento prolongado de los aranceles podría forzar a Europa a diversificar sus alianzas o aumentar la producción local, algo que la UE ya explora con su *Ley de Baterías Verdes*.