Durante 15 años, desde mayo de 2002 hasta septiembre de 2017, 15 fabricantes de automóviles, incluyendo Volkswagen, Renault/Nissan y Stellantis, junto con la ACEA, participaron en un acuerdo ilegal para evitar pagar a los desguaces por el reciclaje de vehículos fuera de uso, bajo la estrategia denominada «Coste de Tratamiento Cero».
Además, acordaron no divulgar información sobre el porcentaje de reciclabilidad de sus vehículos ni sobre la cantidad de materiales reciclados utilizados en la fabricación de carros nuevos, con el objetivo de eludir la competencia y las expectativas de los consumidores.
La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, declaró que «estos fabricantes de automóviles se coordinaron durante más de 15 años para evitar pagar por los servicios de reciclaje, acordando no competir entre ellos en la comunicación sobre el grado de reciclabilidad de sus vehículos y optando por guardar silencio sobre los materiales reciclados utilizados en sus autos nuevos».

Mercedes se salvó
Mercedes-Benz, al revelar la existencia del cártel en 2019 y colaborar con la investigación, obtuvo inmunidad total y evitó una multa de 35 millones de euros. Otras empresas, como Stellantis, Mitsubishi y Ford, también cooperaron posteriormente, lo que les permitió obtener reducciones en sus respectivas sanciones.
Así las cosas, la distribución de las multas impuestas por la Comisión Europea quedaron de la siguiente manera:
- Volkswagen: 127,7 millones de euros
- Renault/Nissan: 81,4 millones de euros
- Stellantis: 74,9 millones de euros
- Ford: 42,4 millones de euros
- BMW: 24,5 millones de euros
- Toyota: 23,5 millones de euros
- Otros fabricantes, incluyendo Hyundai/Kia, Jaguar Land Rover/Tata, Mazda, Mitsubishi, Opel, General Motors, Suzuki y Volvo, también fueron sancionados con multas que oscilan entre 1,6 y 11,9 millones de euros.

Más multas
La ACEA también ha sido sancionada con una multa de 500.000 euros por facilitar y coordinar las reuniones entre los fabricantes implicados. En paralelo, la Autoridad de Competencia del Reino Unido (CMA) impuso sanciones adicionales por más de 77 millones de libras (aproximadamente 92 millones de euros) a 10 fabricantes de automóviles y dos asociaciones comerciales por conductas similares.
Este escándalo se suma a otros casos recientes en los que la industria automotriz ha sido sancionada por prácticas anticompetitivas. En 2021, la Comisión Europea multó a BMW y Volkswagen con 875 millones de euros por coludirse para frenar el desarrollo de tecnología anticontaminación.