Si bien es muy poco lo que pueden hacer directamente las automotrices chinas frente a las imposiciones arancelarias, especialmente de Europa, han comenzando a replantear sus estrategias y definitivamente no se quedarán con los brazos cruzados. Por ejemplo, BYD acaba de confirmar la construcción de una nueva fábrica fuera de su país natal.
Después de plantear sus intenciones de tener un centro de producción en Turquía, el gran fabricante chino de eléctricos tomó la decisión final. Realizará una inversión de más de 1.000 millones de dólares en territorio turco, con lo cual asegura estar más cerca del viejo continente y con ello evitarse los impuestos, que se incrementaron al 27,5% para BYD.
Una ‘jugada maestra’ por parte de la marca china, pues Turquía hace parte de la Unión Aduanera de la Unión Europea, lo que se traduce en que los vehículos que entren a los mercados europeos provenientes de este país, están exceptos de aranceles. El acuerdo se anunció este lunes de la propia voz del presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
BYD suma una fábrica más para sus carros eléctricos
La estrategia expansionista de BYD es quizás una de las más sólidas dentro de las automotrices chinas. Ya tiene asegurada una planta en Brasil, Hungría y México sería el próximo lugar de asentamiento en América Latina. En el viejo continente, los candidatos para la construcción de una segunda fábrica en este territorio, son España y Francia. Ambos con gran interés.
Ahora, sobre la negociación con Turquía hay que saber que se realizó en medio de tensión. Por un lado, la nueva imposición arancelaría de la UE, y por otro, los impuestos que el propio gobierno turco estableció para todos los carros provenientes de China, los cuales pueden superar el 40%. Frente a estas condiciones, BYD tenía que tomar una decisión rápido.