En una movida impactante, la empresa china Ganfeng Lithium Group presentó quejas internacionales contra México. Todo se debe a la presunta cancelación de sus concesiones de extracción de litio.
A poco más de un año de la nacionalización de este material por orden presidencial, Ganfeng afirma que México ha anulado nueve de sus concesiones en la mina de Bacadéhuachi, Sonora, una de las más grandes del país.
El litio es crucial para la fabricación de baterías de autos eléctricos, y México podría tener reservas no explotadas de aproximadamente 1,7 millones de toneladas. Sin embargo, la extracción de este mineral, comúnmente encontrado en mezcla con arcilla, es costosa y requiere inversión privada, algo que el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció.
El conflicto por el litio
Así las cosas, Ganfeng ha iniciado un arbitraje ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones, un organismo del Banco Mundial que resuelve disputas internacionales. Además, la empresa ha presentado recursos de revisión ante la Secretaría de Economía en México y ha llevado sus quejas a un tribunal federal, aunque sin éxito hasta ahora.
En abril de 2022, se prohibieron las concesiones de litio en México. Pese a las críticas a Ganfeng por su adquisición de Bacanora, empresa británica con concesiones en la mina más grande del país, AMLO aseguró en su momento que las concesiones otorgadas serían respetadas.
“No es como el oro, la plata, el cobre, es otra cosa, tiene que ver más con un recurso de la nación estratégico como el petróleo, entonces la concesión para el litio es especial”, afirmó el presidente. Así las cosas, en 2022, nació LitioMx como una empresa estatal destinada a coordinarse con empresas trasnacionales para la explotación del litio mexicano.
No obstante, el proyecto parece estar detenido y aún en etapa de exploración, a pesar de que Bacanora tenía previsto producir 17.500 toneladas de carbonato de litio para 2020 y aumentar a 35.000 toneladas anuales posteriormente.
Mercado de las baterías
El mercado de baterías de litio para autos eléctricos se estimó en 46.500 millones de dólares para 2023 y se proyecta que alcanzará los 160.000 millones de dólares para 2030. El futuro de México como líder exportador de este mineral está en juego, con grandes implicaciones económicas en el horizonte.
Para concluir, la situación entre Ganfeng y México revela la complejidad de la gestión de recursos estratégicos como el litio. La nacionalización de estos materiales debe equilibrarse con la necesidad de inversión privada para aprovechar su potencial económico.
En tal sentido, es crucial que México clarifique sus políticas y establezca un entorno estable y atractivo para la inversión, garantizando al mismo tiempo que los beneficios del mineral se traduzcan en desarrollo y prosperidad para el país.