La situación de Stellantis en Italia ha alcanzado un punto crítico, con los sindicatos locales denunciando una drástica reducción en la producción de carros y convocando una huelga el próximo 18 de octubre. El conglomerado automovilístico, que había prometido fabricar más de un millón de unidades al año en el país, podría cerrar 2024 con solo 500.000, un 25% menos que en 2023, cuando alcanzaron los 751.000.
Y es que la FIM-CISL, uno de los principales sindicatos de trabajadores metalúrgicos de Stellantis, ha manifestado su preocupación por esta caída. Entre tanto, el sindicato FIOM advierte que la débil demanda de vehículos ha llevado a varios empleados a ser incluidos en programas de suspensión temporal de empleo.
“Es una situación mala, muy mala”, afirmó Rocco Palombella, líder del sindicato UILM, en una reciente conferencia de prensa. Esta crisis afecta no solo a la producción de Stellantis, sino también a los proveedores locales, quienes se sumarán a la huelga junto con los trabajadores de la fábrica.
Compromisos incumplidos
La producción de carros en Italia no ha alcanzado el millón anual desde 2017, mucho antes de la fusión entre FCA y el Grupo PSA, que resultó en la creación de Stellantis en 2021. El declive comenzó en 2021 y 2022, cuando Stellantis fabricó menos de 700.000 unidades cada año. Las esperanzas de alcanzar 800.000 vehículos en 2023 tampoco se cumplieron, y la situación parece estar empeorando.
El plan original de la empresa era recuperar los niveles de producción y superar el millón de unidades para finales de la década. Sin embargo, los recientes números y las críticas de los sindicatos sugieren que el conglomerado enfrenta serios desafíos para cumplir con esa meta.
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