Es la noticia de la semana: el colapso del puente Francis Scott Key de Baltimore después de que un barco singapurense de casi 300 metros de eslora impactase contra él la madrugada del lunes al martes tras sufrir una avería que provocó que su tripulación perdiera el control de la embarcación. Hay seis personas desaparecidas y los servicios de emergencias las dan por muertas en tanto que las misiones de rescate no han resultado fructuosas.
Este accidente ha ocurrido en un puerto que es fundamental para la industria de la automoción, porque es un hub tanto de importación de vehículos europeos como de exportación a otros países. De hecho, si se tienen en cuenta todos los productos que llegan o se envían desde Baltimore, estamos hablando del noveno puerto de Estados Unidos por volumen de bienes extranjeros.
Entre las marcas que operan desde Baltimore está el Grupo Volkswagen, que posee una instalación logística en el lado este del puente caído. Desde ésta, se reciben y envían unos 100.000 vehículos al año de las diferentes marcas que conforman el Grupo. Un buen número pertenecen a Volkswagen, pero también hay coches de Audi de alta gama e incluso modelos de Lamborghini.
Pero Volkswagen no es la única marca afectada por esta situación. Firmas como Toyota, Nissan, Volvo y Jaguar también contribuyen a que cada año se importen y exporten hasta 750.000 vehículos desde esta instalación. General Motors, por ejemplo, usa Baltimore como punto de exportación de sus coches a América del Sur.
El puerto de Baltimore recibió 52,3 millones de toneladas de bienes extranjeros en el año 2023. Esto equivale a un volumen de negocio de 80.800 millones de dólares. Ahora, sin embargo, el tráfico marítimo está suspendido y hay diez embarcaciones atrapadas en el interior del puerto a raíz del colapso del puente. Las empresas que normalmente operarían desde ahí ya están buscando alternativas viables.
