Stellantis ha tomado una posición firme respecto al ensamblaje no autorizado de carros Citroën en Rusia. Tras conocerse que su antigua fábrica en el país estaba ensamblando automóviles sin su consentimiento, la compañía ha reaccionado con contundencia.
En tal sentido, la empresa ha afirmado que no apoyará esta iniciativa y se opondrá a la importación de sus productos en Rusia. Y es que, esta decisión se produce en un contexto en el que varios fabricantes extranjeros abandonaran sus operaciones en Rusia tras la invasión de Ucrania por parte del país vecino.
Así las cosas, la planta en cuestión ha reiniciado su actividad de forma limitada, ensamblando el Citroën C5 Aircross con conjuntos CKD procedentes de China, donde Dongfeng, socio industrial de Stellantis, es un importante actor. Estos conjuntos incluyen las piezas que se montan en las carrocerías, llegando ya pintadas, y se estima que entre dos y tres unidades diarias salen de la fábrica.
Dongfeng y su influencia en Stellantis
Dongfeng, que posee el 1,58% de las acciones de Stellantis, produce en China el C5 Aircross y el Peugeot 4008, ambos a partir de la misma plataforma. Sin embargo, Stellantis ha dejado claro que no tiene intención de cambiar su posición respecto a la producción en Rusia.
Este incidente resalta la complejidad de las relaciones entre las grandes empresas automotrices y sus socios industriales, así como la importancia del control y la autorización en la producción y el ensamblaje de vehículos a nivel internacional.
Stellantis afirmó que perdió el control de sus actividades en Rusia el 31 de diciembre de 2023. Esta declaración refleja la postura firme del fabricante automotriz ante el uso no autorizado de su propiedad intelectual y su compromiso con la integridad de su marca.