La batalla legal entre Ford y Vintage Broncos ha captado la atención de los amantes de los todoterrenos y los tribunales en Estados Unidos. La marca del óvalo azul presentó una demanda contra esta pequeña empresa en Georgia, acusándola de aprovecharse del legado y la reputación del icónico Ford Bronco para vender versiones «modernizadas» que superan los 160.000 euros por unidad.
Vintage Broncos se especializa en «restomods», un proceso que implica reconstruir carros clásicos desde cero, utilizando chasis y carrocerías nuevas con motores de última generación. Aunque los modelos resultantes no llevan el emblema de Ford, sí imitan el diseño clásico del Bronco y, en algunos casos, ofrecen configuraciones como motores V8 e incluso versiones eléctricas que Ford no comercializa oficialmente.
Según la demanda, Ford argumenta que estos autos no solo se benefician de su marca y prestigio, sino que además ofrecen un producto que compite directamente con sus modelos Heritage Edition, versiones oficiales que incorporan detalles nostálgicos como interiores, colores y llantas exclusivos.
Ford está perdiendo dinero
El principal problema para Ford es que estos «restomods» cuestan mucho más que un Bronco original y podrían estar afectando las ventas de sus productos oficiales. El Bronco clásico se ha convertido en un símbolo de su herencia, y el fabricante norteamericano ha invertido en líneas como las restauraciones oficiales y las ediciones especiales para mantener esa conexión emocional con los clientes.
Sin embargo, la oferta de Vintage Broncos con motores y configuraciones exclusivas, como opciones eléctricas que Ford no tiene en su catálogo, representa una competencia desleal, según la automotriz. “Estos Bronco no son auténticos, pero su precio sugiere lo contrario”, ha indicado la compañía en documentos legales.
Un punto clave en la disputa es el uso del término «Bronco». Aunque está registrado como marca por Ford, también se utiliza para describir caballos salvajes, un significado genérico que podría complicar la demanda. Vintage Broncos se ha defendido afirmando que sus diseños no son réplicas exactas, que no incluyen logotipos oficiales y que el nombre «Ford» no aparece en sus productos.
Una fuerte batalla legal
Hay que decir que la compañía estadounidense no es la primera marca en enfrentar este tipo de desafíos legales. Mercedes, Porsche e incluso fabricantes de lujo como Rolls-Royce han librado batallas similares para proteger sus diseños y nombres de competidores y copias no autorizadas. Sin embargo, este caso destaca por el potencial conflicto sobre la propiedad intelectual de un término que también tiene un uso común.
Es bueno indicar que la demanda de Ford contra Vintage Broncos plantea preguntas importantes sobre los límites de la propiedad intelectual en el mundo automotriz. Mientras Ford tiene derecho a proteger su marca y evitar pérdidas económicas, la creatividad y personalización de los «restomods» también es un valor para los entusiastas. ¿Deberían coexistir ambos modelos de negocio? Será interesante ver cómo un juez equilibra los intereses de la gran corporación frente a los de un pequeño fabricante.