El famoso ‘bottoming’ o ‘porposing’ apareció fuertemente en 2022, con el cambio de reglamento. Después de dos temporadas con estos coches con efecto suelo, la mayoría de equipos lo han conseguido quitar en gran medida, pero Ferrari sigue teniendo muchos problemas de rebote este año, sobre todo desde Barcelona, y es una de las razones por las que se ha quedado un poco retrasado.
La solución no es fácil, porque estos saltos que dan constantemente aparecieron más con el último paquete de mejoras que introdujeron. Unas actualizaciones, las de Barcelona, que según Vasseur funcionan correctamente y que están intentando entender, ya que les dan más carga aerodinámica, pero que por otro lado les están haciendo sufrir este ‘porpoising’.
No pueden esperar más. La Scuderia ha tomado una medida bastante drástica de cara a Silverstone, para poder estar en la cima cuanto antes e irse a este pequeño parón que habrá con un mejor sabor de boca. Según informan en Motorsport Italia, el equipo italiano llevará un difusor trasero menos «potente» con el objetivo de controlar el rebote, aunque pierdan carga aerodinámica.
Será un paso atrás, porque perder carga aerodinámica es perder algo de tiempo por vuelta, pero manteniendo el rebote también pierden ese tiempo. Así que su táctica es quitar ese problema y a partir de ahí seguir avanzando en futuras mejoras. También estrenarán el alerón trasero diseñado para la pista británica específicamente y seguro que tendrán unos libres muy ajetreados con muchas pruebas con el nuevo difusor.
Todos trabajan en Maranello
La solución les podría hacer reencontrar el camino ascendente que tienen ahora Mercedes y McLaren, porque en la F1, cuando una fábrica de un equipo se estanca y no mejora, hasta que no encuentra el camino, ninguna pieza nueva les funciona mucho. Los pilotos están plenamente comprometidos con el proyecto y están ayudando con todo lo que pueden para poder volver a pelear por victorias. Y ahora necesitan los máximos puntos posibles, porque los de Woking se les acercan peligrosamente en el campeonato.
El lunes, Carlos Sainz estuvo en el simulador de Maranello y el martes fue el turno de Charles Leclerc. Los dos se quejaron mucho del rebote en Austria y se han puesto a disposición del equipo para ayudar en la solución. El ‘porpoising’ les hace levantar un poco el pie en las curvas rápidas y además sobrecalienta más los neumáticos, por lo que son sonscientes que necesitan quitárselo para recuperar la confianza con el SF-24.